Estos meses en el Congreso han servido para que los ciudadanos conozcan cual es la actitud de cada formación política. El PP cuando le dijo “no al Rey” anticipaba la postura de Rajoy de quedarse paralizado en busca de unos nuevos comicios. Una actitud de inmovilismo, de pasividad a la que ya nos tenía acostumbrados al no acudir a debates y no dar la cara ante los españoles.

Por otra parte, Pablo Iglesias ha antepuesto su persona al futuro de su país. Podemos no ha llegado a un acuerdo, ni siquiera ha sido capaz de abstenerse porque no conseguía la vicepresidencia, cargos en el CNI o el control de las televisiones.

Mientras tanto, Ciudadanos llegó a un acuerdo con un partido que piensa distinto que, mediante el diálogo y la generosidad, garantizaba lo que los españoles habían expresado en las urnas; consenso, cambios y reformas. Pues bien, ahora nos vemos en otra campaña electoral que C’s intentó evitar a toda costa, pero que fracasó debido a los personalismos.

Pues bien, C’s no se pregunta qué puede hacer su país por él, sino qué puede hacer Ciudadanos por su país y seguirá trabajando para formar un Gobierno con aquellas formaciones que estén dentro del orden constitucional, la libertad y sean europeístas. Sin egoísmos ni sillones y con la prioridad de reconstruir la clase media y trabajadora. H

*Candidato al Congreso de C’s por Castellón