El juez Manuel García Castellón , encargado del caso Villarejo , y en concreto de la llamada operación Kitchen , levantó este lunes el secreto del sumario, en el que se apunta que «órganos superiores y/o directivos de la Administración General del Estado» encargaron un «operativo parapolicial» entre los años 2013 y 2015 para espiar a Luis Bárcenas y evitar que la información comprometida para el PP que pudiera tener el extesorero del partido fuera incorporada a la investigación sobre la caja B que se seguía en la Audiencia Nacional.

Aunque el juez no ha imputado por el momento al exministro Jorge Fernández Díaz , a la exsecretaria general del PP María Dolores de Cospedal , supuestamente informada del asunto, y al marido de esta, como ha pedido la Fiscalía Anticorrupción, todo indica que los «órganos superiores y/o directivos» del Estado se refieren, cuanto menos, al extitular de Interior, que envió cuatro mensajes al secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez . Los textos ponen contra las cuerdas al exministro, ya que en uno informaba a su segundo del operativo parapolicial, encargado a Villarejo y otros miembros de la llamada policía patriótica. En otro, pedía a su segundo que se coordinara con el CNI y en el último informaba a Martínez del «éxito» de la operación. Todo el dispositivo, admitido ante el juez por Villarejo, se habría financiado con fondos reservados por lo que en el caso se investigan presuntos delitos de cohecho, malversación y prevaricación, entre otros.

Este sucio asunto es un episodio más de las irregularidades cometidas por la policía patriótica, la que montó la operación Cataluña contra el independentismo o noticias falsas contra Podemos, con la particularidad de que ya no solo se utilizaban los aparatos del Estado contra los adversarios políticos, algo de extrema gravedad, sino que se servían de ellos para las guerras internas del propio PP y para salvaguardar al partido de las investigaciones judiciales. Algunos de los investigados señalan incluso más arriba de Interior. Eugenio Pino , exdirector adjunto operativo de la policía, declaró que Fernández Díaz intercedió en favor de Villarejo a petición del presidente del Gobierno de entonces, Mariano Rajoy , supuestamente en agradecimiento por el espionaje a Bárcenas. Es prematuro incluir a Rajoy en el caso, o a su vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría , de quien dependía el CNI, pero los indicios de las responsabilidades de la cúpula de Interior parecen claros y deben investigarse hasta el final para esclarecer una gestión llena de sospechas.