Hay un juego muy divertido en el que se llena un globo de agua con un temporizador. Los jugadores tienen que responder a preguntas con rapidez para que el tiempo no se agote y el globo explote con húmedas consecuencias. Uno se echa unas buenas risas tratando de no acabar mojado. Pero la historia pierde la gracia y se convierte en drama cuando los que juegan son políticos incompetentes y lo que se pasan como ascua ardiente es el destino de personas.

Tres años. Ese es el plazo que se han dado los del pacto de amigos para redactar el Plan Especial de la Marjaleria, el documento que va a definir los usos de una zona con un problema sangrante, que desde el año 2015 está en un angustioso purgatorio que para muchos ha acabado en infierno, el de lo irreversible.

Los salvadores, los que hicieron bandera de la Marjaleria en campaña electoral, han hecho la del juego. Se han ido pasando el cronómetro que anuncia la explosión final, haciendo eso de fuig faena, fuig. Los han abandonado y han silenciado los derribos a los que han abocado a los propietarios.

Los del pacto y sus amigos del Botànic han hecho lo que mejor saben hacer: llenarse la boca de promesas para desviar la atención de los ciudadanos sobre la verdad: no van a hacer nada.

Ahora van y se han dado tres años de plazo, más lo que llevan desgobernando. Qué manera más perversa de tirar el balón fuera. Se han convertido en ese jugador sin ideas, sin estrategia, sin visión de equipo, que cuando se le acercan un par de defensores se deshace de la pelota como si quemara.

Se han lavado las manos ante el destino de quienes les creyeron, confiaron en sus eslóganes electorales de «esto lo soluciono yo en dos días». Lo que no les dijeron es que ellos no solucionan problemas. Solo los evitan. Los del pacto de amigos no se juntaron para gestionar. Llegaron unidos por el odio y en base a ese odio siguen haciendo favores para ganar votos, unos votos que en la Marjaleria, en su opinión, no deben de tener valor y por eso los han dejado entre paréntesis, para que sea otro el que cumpla las promesas que ellos jamás estuvieron dispuestos a materializar.

*Concejal y presidente del PP de Nules