Hoy, como intento estarlo siempre, estoy con el sentido común, con la unidad, con el respeto y con la anteposición de la ley frente a los separatistas que están intentando generar un problema en España.

Castellón es una de las provincias que limitan geográficamente con Cataluña, con la que compartimos tradiciones, cultura, relaciones laborales y comerciales y, en muchos casos, hasta relaciones familiares. En nuestra comarca, concretamente, no hay familia que no encuentre raíces o varios de sus miembros en la comunidad vecina. Yo mismo, soy hijo de madre catalana y de padre valenciano, y lo digo con orgullo y con toda la estima que tengo a ambos territorios hermanos.

COMO EN MI propia casa he visto y he vivido, apuesto plenamente por la convivencia, aprovechando las ventajas mutuas de una vecindad fructífera entre ambas partes y a todos los niveles.

Es absurdo que en este momento de la historia algunos quieran levantar fronteras artificiales y conflictos que no existen. En ese sentido, lamento profundamente la actitud de políticos separatistas de la Comunitat Valenciana, que parecen preferir ser catalanes de segunda a ser valencianos de primera.

Por todo ello, desde el Partido Popular de Castellón volvemos a tender la mano a nuestros vecinos de Tarragona y del resto de Cataluña a los que tantas cosas nos unen.

Siempre hemos considerado perjudicial la creciente elevación de barreras fiscales y administrativas, y, del mismo modo, consideramos un retroceso creciente que en el futuro se pudieran tomar decisiones que elevasen fronteras entre Tarragona y Castellón, siempre hermanadas.

CON LA DEMOCRACIA, con la libertad, con los catalanes y también con el resto de los ciudadanos españoles, llamo a todos a la cordura y a la responsabilidad.

*Alcalde de Peñíscola