Este año se cumple el 30 aniversario del rodaje de La vida de Brian, guión de los Monty Python que logró poner de acuerdo a varias religiones (cristianos, judíos y musulmanes) pues todos la censuraron al unísono. El film se enfrentó a todos los problemas posibles, desde dificultades de financiación, hasta manifestaciones y prohibiciones de exhibición. Los guionistas siempre han dicho que jamás quisieron ofender a nadie y que sienten un profundo respeto por la figura de Jesucristo. En cambio, sí vieron gracioso narrar la vida de un personaje al que confundieran con un Mesías. La salvación económica del proyecto, cuando la productora entró en pánico y les negó el dinero, la llevó a cabo el beatle George Harrison, fan de los Monty Python y católico declarado, quien hipotecó su casa para lograr los 4 millones de libras que hacían falta.

El boicot a la película generó lo que se conoce como efecto Streisand. Esto ocurre cuando se intenta mantener oculta una información y se produce el efecto contrario, extendiéndose la noticia por doquier. Este fenómeno se entiende por la psicología inversa, hecho por el cual se empieza a sentir más atracción por una opción prohibida o vetada.

Mención aparte tiene la canción con el que finaliza la película pues Always Look on the Bright Side of Life (Mira siempre el lado bueno de la vida) es un icono. Así, se ha convertido en el himno no oficial de la selección inglesa. Además, durante la Guerra de las Malvinas (1982) la tripulación de dos buques ingleses hundidos comenzaron a cantarla mientras esperaban el rescate. Por último, es la canción que mas se escucha en todos los funerales del Reino Unido. No en vano, los Monty Python la cantaron en el funeral del Graham Chapman (1989), el actor que protagonizó al Mesías en la película.

*Psicólogo clínico

(www.carloshidalgo.es)