Como un ladrillo en la cabeza. Así habrá recibido nuestro sector cerámico las declaraciones que hizo esta semana el conseller de Hacienda, Vicent Soler, en las que admitía que el anhelado plan de reindustrialización para el azulejo pasaba a mejor vida. “No hay un duro”, dijo el socialista. Lejos quedan las promesas efectuadas en campaña y lejos los anuncios del propio president Ximo Puig quien tras reunirse el pasado mes de febrero con los representantes de la patronal Ascer les ofreció la firma de un convenio y el reivindicado plan Renove de materiales de la construcción. Pero claro, del dicho al hecho siempre hay un trecho… o un ladrillo. Porque eso es lo que necesita el sector cerámico, un sector de la construcción potente, que recupere el aliento y que impulse las ventas en el mercado nacional del propio sector cerámico y se reactive el consumo. Y aquí toda idea es poca y bienvenida.

Por este motivo, desde el Grupo Municipal Popular hemos presentado una iniciativa en el Ayuntamiento que pretende fomentar la rehabilitación de viviendas en la ciudad. Necesitamos un plan municipal de rehabilitación urbana que apoye económicamente a aquellos ciudadanos que hagan reformas en sus casas y aquellos que hagan reformas en viviendas para destinarlas al alquiler social. ¿Qué conseguiremos con esto? Además de mejorar la habitabilidad de nuestras casas y su eficiencia energética, ayudaremos a reactivar un sector malherido por la crisis y que necesita el impulso de la administración para salir a flote. También queremos que se prime a las empresas de Castellón, a aquellas que tengan contratadas para estas obras a personas empadronadas en Castellón y queremos que se prime el uso del material cerámico. Queremos favorecer la actividad económica en la ciudad y no queremos más ladrillos en la cabeza. Y en esto Europa parece habernos escuchado y nos ha liberado del fantasma asiático al aprobar mantener la protección frente a China y no concederle el estatus de economía de libre mercado. Estas son las noticias que necesitamos escuchar, no los jarros de agua fría que se empeñan en echarnos encima desde el Consell de Ximo Puig y Mónica Oltra. No queremos más recortes en sanidad y no queremos más ataques a la libertad en educación. No queremos más ladrillos en la cabeza. Los ladrillos que necesitamos son aquellos que construyen casas, hospitales y colegios… ladrillos que impulsan la actividad económica y generan empleo. Y con ellos personas que se sienten realizadas y familias felices que planifican sus vacaciones… Estos son los ladrillos que queremos, no los que recibimos constantemente. H

*Portavoz PP en Castellón