Cuando salga publicado este artículo habrán transcurrido casi tres meses desde la primera declaración del estado de alarma. Tiempo suficiente que nos permite comprobar, con toda crudeza, hasta qué punto los recortes en los servicios públicos han aumentado los efectos más negativos y dolorosos de esta pandemia. Recortes que, desde esta tribuna y en múltiples ocasiones, han sido criticados por UGT por reflejar una sociedad poco avanzada y poco garantista del estado de bienestar social.

Servicios públicos cuya fortaleza se ha demostrado como elemento imprescindible para poder sobreponerse a una situación tan excepcional como la que nos toca vivir y que ha tenido ya unas consecuencias irreparables en pérdida de vidas y que va a tener unas consecuencias económicas aún sin cuantificar, tanto en pérdida de empleo como en tiempo para superarla, teniendo en cuenta que aún no hemos superado la anterior.

Desde UGT esperamos que los poderes con capacidad para gestionar esta situación reflexionen profundamente y no repitan lo acontecido en la anterior crisis. No volvamos a tropezar en la misma piedra. No apliquemos la misma receta del gobierno del PP, recortar gastos a costa de desmantelar los servicios públicos. Es verdad que con la aprobación del Ingreso Mínimo Vital se ve un cambio de tendencia al primar el rescate de las personas sobre el de las entidades bancarias, pero también es verdad que esa tendencia debe consolidarse para demostrar que sí, que hemos aprendido la lección.

Y otra lección que debemos aprender es la relativa al respeto que debemos a los grandes héroes: el personal sanitario. Es verdad que muchos colectivos se han convertido en esenciales durante esta pandemia, las fuerzas de seguridad, el personal de supermercados, el personal de servicios sociales, los transportistas y un largo etc. Pero no lo es menos que si algún colectivo ha encarnado el papel de héroes es el del personal de los centros sanitarios

Dos meses sí, 60 días. Eso es lo que nos ha durado el respeto, la solidaridad y la conciencia cívica. No hace tanto que a las 20.00 horas salíamos a aplaudir a aquellos que, en la mayoría de los casos, sin apenas medios y abandonados a su suerte, atendían a los pacientes covid jugándose literalmente la vida. Más de 2.700 profesionales contagiados en la Comunitat Valenciana, 322 solo en la provincia de Castellón.

Estos mismos que no hace tanto recorrían las calles en mareas blancas gritando contra los recortes en Sanidad. Los mismos a los que les congelaron el sueldo y dejaron sin paga extra. Con la misma fuerza con la que aplaudimos nos estamos tomando la descalabrada. ¿Picaresca española? ¿Se acabó el distanciamiento social?

¿Ya nos hemos olvidado de lo vivido en los hospitales y en los centros de salud y de todos los fallecidos? ¿Ya no hay contagios? ¿Ya no hay fallecidos? ¿O tal vez es que no son personas cercanas?

Ayer fueron héroes, mañana tal vez sean despedidos. No valen excusas ni alegar ignorancia. Necesitamos responsabilidad y solidaridad. No pongamos contra las cuerdas a este personal, ya que no aguantarán otra embestida. Aprendamos la lección.

*Secretario intercomarcal de FeSP-UGT-PV Comarques del Nord