El mes de agosto ha sido tradicionalmente un periodo de calma a nivel político, tanto era así que los medios de comunicación recurrían a historias almacenadas por aquello de evitar espacios en blanco en sus ediciones. Pero eso pertenece al pasado. La situación de nuestra sociedad no conoce de descansos y diariamente hay que estar al tanto de lo que ocurre para que los responsables del tema tomen decisiones sin demora, porque de lo contrario los temas se van de las manos y, como la bola de nieve, se hacen mayores.

Relax como tal existe, pero parcialmente. Nuestras mentes están centradas en el día a día porque todos estamos, de una forma u otra, implicados en aquello que se ha denominado el devenir del ciudadano. En pocas palabras y para ser más clara, que no esperemos que nadie nos saque las castañas del fuego.

La realidad nos demuestra que una situación estable no existe, ni económica, ni política ni de otra índole. Ante esta coyuntura, recarguemos las pilas para el retorno en septiembre, por llamarlo de alguna manera. La lista de asuntos pendientes es larga y compleja, sazonada por sinsabores y majaderías. Los milagros no existen y solo podemos confiar en que nuestros esfuerzos por mejorar se vean compensados por pequeñas victorias y que, poco a poco, hagan que la losa pese menos.

Verano caluroso e inestable. Hasta eso ha cambiado. La fresca brisa y el olor a jazmín, galán de noche y albahaca, pertenecen al pasado. Ni olor a primavera ni a otoño. Esperemos que los vientos que vengan, en un futuro próximo, refresquen nuestras ideas y nos ayuden a hacer frente a temas tan candentes como la migración, la economía, el paro obrero, la asistencia a nuestros mayores y discapacitados, etc. Nostálgicamente, mirando al mar soñé…

*Secretaría Área de Políticas Sociales y LGTBI PSPV-PSOE Castellón