Las elecciones andaluzas demostraron que las encuestas realizadas por el chef socialista Tezanos no son más que un menú hecho a medida para el PSOE y el sanchismo. Pero, al final, lo que cuenta es la crítica de los comensales y estos han dicho que prefieren un cambio en Andalucía y también en España. Una renovación real para acabar con un menú viejo. Las alianzas con quienes quieren romper España y con los populismos unidas a los chiringuitos y a la corrupción que ha pervivido en esta comunidad autónoma han comportado la caída de un régimen y la derrota del sanchismo y de Sánchez. Un Sánchez a quien los españoles le han dicho alto y claro que quieren votar porque no le aguantan más en la Moncloa.

Los andaluces han pedido un Gobierno limpio, sensato, moderado reformista y constitucionalista que solo se puede liderar desde el centro, con Juan Marín como próximo presidente de la Junta. Y es que el cambio en Andalucía no puede depender ni de quien ha perdido el 50 por ciento de los votos en cuatro años ni de a quien le sale cada día un nuevo caso de corrupción. No se trata de quitar a los de los ERE para poner a los de la Gürtel. Ese no es el camino que han pedido los andaluces.

Desde el 2015, los ciudadanos están mandando mensajes al bipartidismo que se desangra en cada comicio que pasa sin ser capaces de hacer ni la más mínima autocrítica. PPSOE tienen que asumir que han dejado de ser los que controlan y se turnan España cada cuatro años o los que usan la justicia para su propio beneficio poniendo y quitando magistrados sin avergonzarse.

España viene pidiendo cambio, un cambio que se ha demostrado que solo puede liderar Cs, el único partido que crece y que se está ganando la confianza de los españoles.

*Diputada autonómica de Ciudadanos y portavoz provincial