Peras, fresones, patés, carne... y hasta libros de poesía. La lista de la compra de la consellera Carmen Montón que ha cargado a la Conselleria de Sanidad. Tal y como se ha destapado, los que venían a rescatar a las personas, los salvadores de la Comunitat, resulta que cargan lo que les cuesta hasta los céntimos de las bolsas para llevar la compra.

Suben las listas de espera, despide a profesionales de la medicina del Hospital Provincial, elimina servicios como las operaciones de córnea, a atención oncológica... Pero, a cambio, entre todos le pagamos la lista de la compra.

La consellera Carmen Montón encadena escándalo tras escándalo. No hay día sin que la consellera de Sanidad no sea noticia por algo malo y solo hay que recordar que en la legislatura pasada el Hospital Provincial era noticia por ser una referencia en tratamientos oncológicos y desde que gobiernan PSOE y Compromís es noticia por los recortes y el caos.

La cantidad es ridícula, son solo 56 euros, pero lo que subyace detrás es grave sobre todo porque, como han tenido que admitir, la compra es para comer en la Conselleria lo que se podría justificar como gastos de dietas pero ¿y los libros? Pues parece ser que el gasto de la Conselleria de Sanidad es para regalar a cargos del PSOE.

La examiga de Pedro Sánchez carga al erario público los regalos que quiere hacer a otras diputadas del PSOE. Y no pasa nada cuando, en el caso contrario, ya habrían exigido la dimisión. Pero en el caso de Carmen Montón y del PSOE siempre es diferente ya que es la misma que consiguió que colocaran a su marido pese a suponer todo un escándalo y que ha convertido la Sanidad en un juguete de enchufes y colocaciones a dedo, repartiendo cargos entre PSOE y Compromís.

PERO LO GRAVE no es regalar poesía. Lo grave es despedir a médicos y mermar la atención sanitaria. Lo grave es cerrar el Banco de Sangre de la provincia de Castellón y poner en riesgo la asistencia médica. Lo grave es aplicar recortes para desmantelar el Hospital Provincial, eliminar mamógrafos o ir en contra, incluso, de la atención a los niños como los de la Fundación Borja Sánchez.

A veces, ante el escándalo, Mónica Oltra se ve obligada a decir que no le parece bien. Pero nada más. Cosas del mestizaje y de estar centrados en adoctrinar y no en gestionar. No se construyen hospitales, ni centros de salud, ni se avanza en nuevos propósitos, ni se mejora la atención a los pacientes o se recortan las listas de espera.

Mientras, el Titánic se dedica a insultar, que es lo que ha hecho Enric Nomdedéu con la secretaria general del PPCV. Una vez más demuestran su poca categoría moral y que el Gobierno valenciano no puede estar en manos de gente así.

*Diputado autonómico del PP