Hoy se ha levantado con ese dolor insoportable al cual casi ya se acostumbró, le duele la cara, la nuca, los hombros y la espalda. Hace 20 años, cuando empezaron esos dolores, Lola que tiene hoy 48 años, pensaba a veces con respecto a la cara, que se trataba de un dolor de muelas y llegó a acudir al dentista para ver si debía sacarse una muela para parar ese dolor. No se trataba de esto. El dolor de la nuca podría deberse a las cervicales por el estrés que tiene en el trabajo. Tiene que ir muy a prisa para poder terminar su trabajo, tiempo es lo que falta para cumplir con la producción. No, eso está también descartado. Cuando le duele mucho la espalda lo atribuye a su tipo de trabajo, levanta peso y además realiza movimientos repetitivos. Es limpiadora.

Lola no tiene ni que sacarse una muela, ni tiene estrés por el trabajo y mucho menos le duele la espalda porque levanta peso en su trabajo. Lola tiene fibromialgia y tardaron un total de 20 años en diagnosticarla. Le diagnosticaron innumerables enfermedades, cada cual más grave que la anterior, le recetaron diferentes medicaciones, hasta le intervinieron quirúrgicamente, pero nada mejoró sus dolencias. Llegó a tomar antidepresivos porque el día a día le era poco llevadero. Lola sufre de migrañas y de fatiga crónica.

La fibromialgia es una enfermedad insidiosa. No solo por los síntomas, sino principalmente porque es difícil de diagnosticar. No existe panacea para su cura y, por el contrario, las personas afectadas tienen que aprender a cuidarse a sí mismos y a tener paciencia hasta que les diagnostican la enfermedad. La fibromialgia es una enfermedad que también ataca a los hombres, aunque se cree que es una enfermedad solo de mujeres, también a personas jóvenes de un poco más de veinte años, a niños y niñas, aunque se cree que se presenta en personas mayores de 40 años.

Hace unos días recibí a una representante de la Federación de Asociaciones de enfermos de fibromialgia. La sociedad civil siempre está alerta y nos da pautas para seguir avanzando. Ese empuje es fundamental para conseguir conquistas sociales más ambiciosas y que mejoren la vida de las personas, en este caso de las y los enfermos de fibromialgia. La mencionada Federación vino a transmitirnos sus reivindicaciones y a recordarnos que en la legislatura pasada ya aprobamos en les Corts una iniciativa no legislativa a través de la cual se instaba al Consell para que a su vez instara al gobierno central a reconocer los efectos impeditivos que tienen las enfermedades englobadas dentro del síndrome de sensibilidad central respecto al trabajo y, en este sentido, adaptar las decisiones del Instituto Nacional de Seguridad Social (INSS) para el reconocimiento como causas de incapacidad. Además, también se solicitaba al Consell el desarrollo de las actuaciones necesarias para mejorar el diagnóstico y tratamiento de la fibromialgia, así como del resto de patologías que puedan englobarse dentro del síndrome de sensibilidad central, desde un punto de vista multidisciplinario. Muy importante, impulsar la investigación sobre esta patología, introduciendo la variable de género.

Tenemos deberes que cumplir. Las personas que padecen esta enfermedad merecen vivir mejor. La sanidad pública es una red que protege a todos los ciudadanos y ciudadanas, sin distinción, y que esto sea siempre así es también responsabilidad de esta diputada en les Corts.

*Diputada autonómica de Unides Podem en les Corts Valencianes