Nunca ha sido fácil para el PSOE. Desde que nuestro fundador, Pablo Iglesias, pusiera en marcha este importante instrumento de transformación social hace 137 años, muchos han sido los obstáculos que hemos encontrado en el camino. Y es que luchar cada día por la igualdad, la solidaridad y la justicia social no sale gratis.

España es la historia de complejos equilibrios territoriales, cesiones, convivencia y respeto por las distintas formas de entender un proyecto común. Desde 1978, nuestros padres y abuelos supieron entender que juntos éramos más fuertes pero que convivir era cosa de todos.

Nos enfrentamos a un cambio de era. La caída del muro de Berlín altera equilibrios, formas de entender la sociedad…

Las mejores cosas que han ocurrido en nuestro país en derechos civiles y derechos sociales han llegado con el PSOE.

Pero mi partido siempre supo entender que si quería gobernar, como lo ha hecho la mayor parte de nuestra historia democrática, tenía que ser capaz de conjugar los intereses territoriales, las distintas formas de entender España con un proyecto común, en el que todos se sintieran cómodos. Y los distintos líderes que han pasado por Ferraz, no sin problemas, lo han sabido entender. Por eso hemos gobernado ayuntamientos, diputaciones, autonomías y España 20 años.

Ningún conflicto estalla de inmediato. En un país con graves desafíos: secesionismo catalán, 30% de exclusión, 20% de paro, comunidades y ayuntamientos infrafinanciados e intervenidos por un Gobierno cuyo partido está podrido de corrupción, la olla a presión hace tiempo que está en ebullición. Y con la olla en el fuego se requieren buenos cocineros para saber gestionar la situación y que no acabe estallando. Si nuestra reflexión se queda en la simplificación (que es lo que está de moda), han quitado a uno para ponerse ellos, lucha de poder…, no habremos entendido nada. La desorientación que está viviendo mi partido es la desorientación de la sociedad. El otro día un taxista me decía “qué lastima lo del PSOE; si ustedes son como nosotros, como la gente normal, tienen que buscar una solución porque muchos confiamos en ustedes”.

El PP a lo suyo, normal, pues la mayoría de sus dirigentes no tienen más objetivo que escarpar de la Guardia Civil y los jueces, incluida la calle Génova.

Y Ciudadanos y Podemos, a disimular problemas internos, pues ahora que el PSOE parece que estalla, “a río revuelto ganancia de pescadores” aunque no sepan para qué, porque ni unos ni otros han entendido nada y son también responsables del bloqueo de este país.

Esto no va de fulano o mengano, esto va de qué ofrecemos a los ciudadanos para mejorar sus vidas y que la oferta la podamos compartir un andaluz, un catalán, un extremeño y yo, que seguramente tengo una visión distinta del país pero no incompatible con un proyecto común.

En Castellón y la Comunitat lo hemos entendido, por eso mi más absoluto apoyo a nuestro secretario general, Ximo Puig, animándole a trabajar por un proyecto federal en el que todos los territorios se sientan cómodos y parte, aun con distintas formas de entender España. H

*Alcalde de Vila-real