La Magdalena, nuestra fiesta, la de Castellón y la de toda su ciudadanía, es, indudablemente, un tiempo de oportunidades. Ya está aquí nuestra Semana Grande, nueve días llenos de oportunidades para recordar nuestros orígenes, sacar nuestra cultura, nuestra historia, nuestras tradiciones y nuestra alegría a la calle y compartirlas con todos, vecinos y visitantes.

El Ayuntamiento de Castellón quiere convertir nuestras fiestas, que disfrutan desde 2010 del merecido reconocimiento como Fiesta de Interés Turístico Internacional, en reclamo turístico y motor económico. Porque nuestras fiestas fundacionales también son progreso y dinamización, un revulsivo para nuestro tejido empresarial y una oportunidad única para extender nuestra historia y nuestra riqueza más allá de los límites de nuestra provincia. La Magdalena 2016 ha arrancado con su esencia intacta pero también con cambios y aires de renovación que tienen como objetivo seguir sumando, contribuir al bienestar ciudadano, seguir lanzando oportunidades, seguir construyendo colectivamente nuestra identidad como pueblo y profundizar en nuestra historia para darla a conocer en el mundo. Creemos que estos aires de renovación eran imprescindibles y por ello no sólo han llegado al excelente programa que ha preparado la Junta de Fiestas, con más de 250 actos que llevan la fiesta a toda la ciudad, sino que también se han notado en numerosos detalles protocolarios y privilegios que este año se han reducido o eliminado directamente. Los ciudadanos han apostado por una nueva forma de hacer política y por ello tenemos que dignificar su ejercicio y demostrar que estamos aquí para servir al ciudadano y gestionar su dinero con austeridad.

La Magdalena es sinónimo de felicidad para todos los castellonenses y para mí esa felicidad en que me sumerjo cada año, desde mi infancia, es más intensa si cabe en esta edición, la primera que viviré como alcaldesa de mi ciudad. Un sueño hecho realidad que afronto con ilusión, con orgullo y con responsabilidad.

En pleno domingo de Magdalena, con la Romeria de les Canyes en marcha, no puedo hacer otra cosa que desear a todas y todos que vivan, con intensidad y desde el corazón, esta semana de fiestas. Castellón, ciudad acogedora, dinámica, emprendedora, generosa, abierta, orgullosa de su pasado e ilusionada con su futuro, hará todo lo posible porque así sea. Porque los nuevo días que nos quedan por delante pasan a formar parte del imaginario colectivo como nuevo días que merecerá la pena recordar. Siempre. Por muchos años más.

¡Felices fiestas! H

*Alcaldesa de Castellón