Castelló recupera la normalidad después de nueve intensos días de fiestas. Una Magdalena que deja un sabor dulce por la participación masiva en la mayoría de actos, agria por las agresiones sexuales que nunca deberían producirse --ni en fiestas ni ningún otro día del año-- y pasada por agua en un Vítol a medida de las condiciones meteorológicas.

La vuelta a la normalidad supone virar el timón hacia otro gran evento: Escala a Castelló. Cuatro semanas para que la gran fiesta del mar atraque por segundo año consecutivo en el Grau, con la presencia de embarcaciones históricas como la Santa María Manuela, el galeón Andalucía y el pailebote Santa Eulalia.

Del 25 al 29 de abril Castelló reivindica su adn marinero y vuelve a mirar al mar como nunca antes lo había hecho, con los bautismos de vela, remo y piragüismo o el mercado marinero con recreaciones históricas, talleres y actividades lúdicas para toda la familia. El año pasado 75.000 personas disfrutaron de Escala a Castelló, una cifra que este año esperamos repetir e incluso superar. Alicientes no faltarán. La edición de 2019 contará con novedades como las justas náuticas de la Lance Sportive Sétoise, una exhibición de vela latina y de remo dragón además de competiciones de kayak polo y de falucho. Una oportunidad para acercarse al Grau, disfrutar de su oferta gastronómica y de una programación que invita a pasear por el puerto, a subirse a globos aeroestáticos o conocer patrulleras y pesqueros desde dentro.

Es una propuesta turística que proyecta a Castelló más allá de los límites provinciales y que pretenden consolidar la apuesta por un turismo azul, inteligente e innovador. Un evento con tanto potencial y tan atractivo que seguro aparecerá en más de un programa electoral. Incluso de quienes lo han cuestionado. Al tiempo. Nosotros zarpamos ya rumbo Escala a Castelló.

*Portavoz adjunta Grupo Socialista y edil de Turismo en Castelló