Mucha gente piensa que Castellón se transforma con la Magdalena. Considero que, en realidad, Castellón muestra mejor que nunca su esencia: una ciudad acogedora, abierta, con capacidad para organizar grandes eventos y con voluntad de ejercer la capitalidad de la mejor manera, que no es otra que recibir con los brazos abiertos a quienes nos visitan. Ingredientes todos para convertir las fiestas de la Magdalena en un motor turístico.

Un 100% de ocupación hotelera los fines de semana y del 80% o más entre semana demuestran el tirón de las fiestas. Estos datos son un termómetro del atractivo que genera la Magdalena, unas fiestas declaradas de Interés Turístico Internacional el 2010 y que este año ha estrenado otra distinción, la que la Generalitat ha otorgado a la Romeria de les Canyes como Bien de Interés Cultural Inmaterial, que este año ha sumado a más de 130.000 personas.

Las fiestas representan, además, una oportunidad para poner en valor nuestra gastronomía, para generar sinergias con el comercio y el turismo. Tenemos potencial, debemos aprovecharlo. No solo en fiestas, el resto del año también. Desde la Concejalía de Impulso de la Actividad Económica y desde el Patronato de Turismo trabajamos por convertir nuestros productos y nuestra gastronomía en un reclamo más porque su calidad nos distingue.

Como decía al principio, todo esto es posible gracias a quienes convierten la Magdalena en el mejor escenario turístico, cultural, económico, festivo y gastronómico. A las gaiatas, a las collas, a los entes vinculados, a las asociaciones culturales y a los miles y miles de castellonenses anónimos que hacen grandes nuestras fiestas, que hacen de Castellón una ciudad para disfrutarla. Con todos los sentidos. Muchas gracias.

*Concejala del PSPV y presidenta del Patronato de Turismo.