Más de 50.000 muertos, la mayor ruina económica de España, la destrucción de nuestras libertades y de la Constitución, no parecen preocuparle al gobierno socialcomunista. Es mucho más importante para ellos hacer una ley de memoria democrática, que no es ni lo uno ni lo otro.

La memoria es subjetiva, es la que cada uno tiene y no se decide por votación ni por manipulación. El anteproyecto de ley es jurídicamente pésimo y moralmente execrable. Atenta contra muchos principios constitucionales y derechos fundamentales. Contra la libertad ideológica y de expresión e incluso la de pensamiento. Contra el poder judicial que es el único que puede ilegalizar asociaciones y fundaciones.

Nos roban la libertad para que acabemos todos borregos, exiliados o muertos como en Venezuela o Cuba. Condena solo el franquismo, no los regímenes totalitarios como son todos los comunistas, los mayores genocidas de la historia. Soslaya la ley de Memoria europea que equipara a los comunistas con los nazis.

La Historia hay que dejarla en manos de los historiadores y contra más objetivos mejor, no se puede reescribir, ni adoctrinar a la juventud con versiones partidistas que solo fracturan la sociedad y crean un pensamiento único.

Ojo, porque no solo es una táctica de distracción para tapar su desastrosa gestión, es un ataque frontal a los principios morales y jurídicos de nuestro sistema democrático de libertades que sirvió de base para la Transición y el consenso constitucional que nos han hecho vivir la etapa de bienestar más grande de España. Eso es lo que quieren destruir estos canallas. H

*Notario