Fresquita y vitaminada para el presidente de la Asociación Ciudadana Contra el Sida de Castellón (Casda), por atender a mujeres y hombres que ejercen la prostitución --en el 2019 ayudó a más de 200 chicas-- y otras lacras derivadas de la práctica del sexo desregulada, porque desde su entidad se embarcan en proyectos de prevención, educación e inserción laboral, así como asistencia médica, dirigidos a uno de los sectores más indefensos de la población.