Aunque ya había sido utilizado antes, la definición del término posverdad surge cuando el prestigioso diccionario Oxford la elige como palabra del año en el 2016. Los académicos se decidieron por él para definir una era en la que «es más importante que algo aparente ser verdad que la propia verdad». Así, en la nueva política, a la verdad se le asigna una importancia secundaria y sus líderes no intentan convencer a las élites, en quienes sus votantes no confían, sino reforzar los prejuicios. Las emociones, no los hechos, son lo que realmente importa. Por tanto, aunque le llamemos posverdad estamos ante la conocida propaganda política de toda la vida. Y qué bien se le da a nuestro gobierno municipal esto de la posverdad… qué bien lo hace cuando trata de apropiarse de realidades que sólo existen en su cabeza como que la izquierda es la única que invierte en políticas sociales (ya lo hemos visto con los desahucios…) o que ellos son los únicos que garantizan la libertad (ya lo vemos con su política educativa o su respeto por los símbolos religiosos…).

Y en este afán por fabricar posverdades, Amparo Marco se ha empeñado ahora en sacar pecho de su gestión pero como la verdad es más tozuda que su propaganda, esta semana los concejales del PP hemos sacado a la luz un nuevo ejemplo de pésima gestión que nos ha supuesto la pérdida de 5 millones de euros procedentes de Europa. Sí, sí, 5 millones que Amparo Marco ha echado a perder por su pésima gestión del programa Grau Xarxa Oberta y que iban a servir para acometer distintos proyectos. Un programa que se anunció a bombo y platillo y cuyas actuaciones se han ido vendiendo a los vecinos, prometiendo unas inversiones como la remodelación del entorno del polideportivo Emilio Fabregat o el Casal Jove que ahora tendrán que ser sufragadas ¿con qué fondos, señora Marco? ¿qué posverdad fabricará ahora?

*Portavoz del Grupo Municipal Popular en Castellón