La tragedia nos ha unido. Los castellonenses, a pesar de la distancia impuesta por el confinamiento domiciliario, estamos ahora más unidos que nunca y el inmenso dolor común que está provocando, día a día y minuto tras minuto, esta gigantesca crisis sanitaria, ha servido para convertir a nuestra sociedad en una gran marea de solidaridad.

Al grito de «esto va a pasar» y «todo saldrá bien», los castellonenses, de todos y cada uno de los 135 municipios de la provincia, salen a los balcones y se asoman a las ventanas para aplaudir a los profesionales de la sanidad, que se dejan la piel, y hasta la vida, por cuidarnos; y a los miembros de los distintos cuerpos de seguridad que se preocupan de que se cumplan las normas para garantizar nuestra tranquilidad.

Pero esa misma gente, también se asoma a las ventanas para saber si sus vecinos están bien, si necesitan algo… En definitiva, si pueden ayudar. Todos queremos ser útiles. Todos queremos que los demás sepan que estamos ahí, dispuestos a poner nuestro granito de arena para que esto pase lo más rápido posible. Para que este drama que vivimos tenga una parte positiva.

También son muchas las empresas que aportan su colaboración, cediendo el material que necesitamos para repartir alimentos, para desinfectar nuestras calles o para coser batas y mascarillas sanitarias. «Para lo que haga falta», nos dicen unos y otros.

Centrándome en el caso de Sant Joan de Moró, me siento abrumado y orgulloso por la respuesta de mis vecinos. Son muchísimas las personas que, de manera absolutamente desinteresada, ofrecen su tiempo y su dinero para ayudar a los demás, para que este drama sea un poquito más amable. Así, muchos vecinos colaboran cosiendo mascarillas, ofreciendo material para confeccionarlas o incluso cocinando para que los mayores y dependientes de Moró que, por edad o salud no pueden cocinar o comprar comida, tengan una alimentación saludable. Y son muchos más los vecinos que se han ofrecido como voluntarios para colaborar con el Ayuntamiento. A todos ellos, muchas gracias.

Todas esas manos, unidas en busca del bien común, son un rayo de luz en medio del drama del covid-19. Y a todos ellos, ciudadanos y empresas, mi más sincera gratitud porque como dice el vídeo de la Comunidad de Madrid, «nunca estar separados nos ha unido tanto».

*Alcalde de Sant Joan de Moró

y diputado provincial