Castellón ha recibido esta semana una noticia que se hacía esperar. El Ministerio de Fomento, por fin, ha escuchando las demandas de la ciudadanía y ha anunciado un nuevo plan de Cercanías que incluye la reivindicación histórica de dotar al norte de la provincia de una mejor línea de conexión con la capital. Un plan que es fruto de la insistencia y la presión que tanto los alcaldes de los municipios afectados como la Generalitat Valenciana hemos venido haciendo desde hace años, y que demuestra que las exigencias razonables y sensatas acaban teniendo el respaldo de la justicia política.

Desde el Ayuntamiento de Castellón hemos sido reivindicativos, mucho, con el ministro Íñigo de la Serna, al que personalmente he trasladado en diversas ocasiones la necesidad de mejorar las comunicaciones en la provincia, tanto por ferrocarril como por carretera. Con insistencia hemos reclamado medidas urgentes para mejorar la línea de Cercanías con las comarcas del norte, pero también con Valencia, una línea que, como consecuencia de las obras de instalación del tercer raíl, está sufriendo retrasos permanentes que afectan a las decenas de miles de viajeros.

Una noticia esperada, como he dicho, pero que aún debe concretarse y materializarse. Por eso, ahora, nuestra misión ha de ser la de estar vigilantes y conseguir que las promesas se conviertan en realidad. Tenemos la mala experiencia de que los planes de infraestructuras presentados en los años por los diferentes gobiernos han quedado en la fase teórica y las inversiones se han incumplido reiteradamente, como el anterior plan PITVI 2012-2024, con escasas plasmaciones en la realidad. Por eso, la primera prueba de fuego y la demostración de que este plan puede ser una realidad la tendrá que evidenciar el Ministerio en los Presupuestos Generales del Estado.

El Plan de Cercanías incluye las prioridades contempladas en la Agenda Valenciana de Infraestructuras, entregada en diciembre del año pasado, y recoge el 80% de las necesidades planteadas en este documento, en el que, entre otras cuestiones, se hacía especial referencia a la línea de cercanías entre Castelló y Vinaròs. Con su inclusión, que prevé ocho nuevas frecuencias entre los dos municipios y duplicar el número de usuarios, Castelló gana en competitividad, se reducirá el transporte privado y, por tanto, contribuiremos a reducir el impacto sobre el medio ambiente. El Ministerio presentó, inicialmente, un proyecto en el que se contemplaban inversiones de 800 millones y finalmente ha presentado un plan con más de 1.400 millones. Un éxito más de la reivindicación común.

Con el trabajo y esfuerzo de diálogo y colaboración establecido entre las administraciones públicas se ha conseguido aumentar la inversión más de un 35% para contemplar las actuaciones de la Agenda Valenciana de Infraestructuras que inicialmente no estaban contempladas en el plan. Estamos satisfechos porque después de años en los que la falta de inversiones en la red de Cercanías ha sido la norma habitual, siempre son bienvenidas las actuaciones necesarias que los ayuntamientos y la Generalitat, juntos, hemos reclamado desde el primer momento.

*Alcaldesa de Castellón