Cuando el Consell no encuentra entre los 1.200 millones de euros adicionales, que va a recibir este año del Gobierno de España, dinero para readmitir a los 17 médicos que despidieron ilegalmente del Hospital Provincial, pero sí halla recursos suficientes para 500 contratados en la televisión de Puig y Oltra, desvela sus prioridades.

Las preferencias de este gobierno están más por la doctrina que por la medicina, suele suceder así cuando socialistas y nacionalistas suman fuerzas. Sin salir de Castellón, en poco más de un año, además de los reiterados ataques al Hospital Provincial han cerrado el almacén del Banco de Sangre, dejado a 4.000 mujeres sin serviciopreventivo de cáncer de mama en el Alto Palancia, eliminado los médicos que atendían a 3.000 pacientes en el ambulatorio de Torrehermosa de Vila-real o extinguido el aula para niños con problemas cerebrales de la Fundación Borja Sánchez. Es cuestión de prioridades, los recursos que no dedican a la sanidad de todos lo invierten en la ideología de unos pocos:

1. La nueva televisión podrá gastar hasta 110 millones de euros anuales, en los 500 empleados, las infraestructuras y la subcontratación. Serán casualidades, pero que la nueva directora jalease a Compromís, haya sido corresponsal de TV3 y que el nombre dela canal que se propone este registrado por separatistas, y además opte no por un acento, que una valenciano y castellano sino uno que los separa, indica bien a las claras el propósito político de la cadena que viene.

2. Se va a crear una Oficina Lingüística con capacidad para abrir expedientes a asociaciones, comercios, industrias o ayuntamientos si no emplean bien la llengua. Al estilo del nacionalismo catalán, no en vano la pasada semana el presidente de las Corts Valencianes, Enric Morera pidió que «de la reflexión se pase a la decisión, a la acción compartida entre territorios que comparten lengua y cultura» en acto conjunto con Baleares y Cataluña.

3. Se quiere exigir valenciano para todo el que quiera ser funcionario o empleado público en la Comunitat Valenciana y que los que somos representantes públicos lo hablemos con exclusividad. Hasta Mónica Oltra ha protestado porque afirma que, a veces, le conviene dar mensajes en castellano, y quizá eso nos salve pues si a ella le apetece, quizá los cinco millones de valencianos podamos seguir eligiendo lengua con libertad.

4. Con el nuevo decreto lingüístico educativo los padres pierden la capacidad de elegir lengua para sus hijos, que queda en manos del Consejo Escolar o el Consell, los centros que abandonen el castellano y opten por valenciano recibirán «recursos adicionales»,sus profesores serán «incentivados» y sus niños serán «avanzados» y tendrán la titulación en inglés que se les niega si optan por castellano.

Las lenguas son riqueza, cuando tenía 15 años empecé a estudiar valenciano voluntariamente, hoy mis hijos lo hacen, pero cuando la lengua se impone y busca la exclusividad lo que persigue es el adoctrinamiento, y el idioma se convierte en arma política y la primera víctima es la libertad. Y en ello va a a seguir el actual Consell, con mucha doctrina aunque sea costa de la medicina.

*Secretario provincial PPCS