Querido lector:

Desde el pasado 20-D en este país los ciudadanos estamos asistiendo, voluntaria e involuntariamente, a un máster en Ciencias Políticas. No ha habido ni hay facultad que instruya de forma tan detallada el arte de la Política tan bien como lo está haciendo la clase política que nos ha tocado en suerte. Y no lo digo con sorna. Aquellos que dirigen sus críticas desaforadas y echan la culpa desmesurada a los dirigentes políticos actuales de PP, PSOE, Podemos, Ciudadanos, Izquierda Unida y demás formaciones intervinientes en el devenir político creo que no son conscientes de la dificultad que supone gestionar la actual situación.

Cuestiones hay remendables y cada uno de nosotros podríamos enumerar cientos de casos en que se podrían hacer las cosas mejor, pero también las hay, y son muy importantes, irresolubles con el panorama en que nos encontramos. De ahí lo del máster y de ahí la convocatoria de unas nuevas elecciones.

Y con el ánimo de no demonizar a la clase política es necesario analizar las cosas. En nuestro caso las que nos afectan directamente como son la situación de Puig en relación a su entesa con Compromís y Podemos para el Senado frente a la posición federal de Pedro Sánchez o la que surge ahora en relación al pacto nacional entre Podemos e IU y su aplicación en la Comunitat con EU.

La primera ya sabemos cómo va a acabar. Su recorrido era y va a ser muy corto. Sobre la segunda, surgida ayer mismo, es una incógnita e incluso puede volver a situar a nuestro territorio en el centro político.

EU, escarmentada de la torticera utilización que Compromís y Podemos intentaron con la formación en las pasadas elecciones, ha estallado a las primeras de cambio, no suscribe el acuerdo en las condiciones que le han planteado los partidos de Iglesias y Oltra y amenaza incluso con provocar que el pacto nacional con Garzón se vaya al carajo. Es un insulto que sus 111.000 votos en la Comunitat, argumentan, solo valgan un candidato por Valencia que puede no salir elegido. Y el plazo para acordarlo vence hoy. Lo dicho, todo un máster para entenderlo.