Si cuatro años de una legislatura se quedan cortos para desarrollar proyectos interesantes y beneficiosos para un municipio, imagínense dos años y con tanto egocentrismo. Esto es lo que les ha pasado a los dos alcaldes de mí pueblo. El Sr. Garcia ha querido correr tanto y hacer tanto en dos años que se ha gastado lo que no tenía, hipotecando al ayuntamiento en proyectos que otros alcaldes van a tener que pagar. Ha tomado decisiones precipitadas como el PGOU sin consensuar con los vecinos, generando malestar y desconfianza, y con Plataformas vecinales de por medio. Y que decir del problema de Reyval que con su partido gobernando en la conselleria no ha sido capaz de cerrar definitivamente, y eso que lo tenía fácil con una sentencia firme del TSJ. Así le ha dejado la alcaldía al pobre Sr. Falomir, sin dinero para llevar acabo sus proyectos, pagando las obras faraónicas del Sr. Garcia y con grandes problemas encima de la mesa.

Desde Valencia le dan a Reyval 6 meses más de plazo para el cierre, sin ni siquiera contar con la opinión del Sr. Falomir lo que demuestra que no se le tiene muy en cuenta. Mientras el Sr. Garcia se encontró, gracias al PP un ayuntamiento saneado, con un remanente para poder invertir en obras importantes para l’Alcora, este le ha dejado una situación un tanto crítica. El Sr. Falomir, no tiene superávit y el poco remanente que tiene, la interventora le informa, que no se lo puede gastar. Toda este despilfarro del Sr. Garcia conlleva recortes de actos de fiestas, no poder adquirir parcelas fuera de ordenación que generan problemas vecinales y no invertir en obras prioritarias. Menos mal que tenemos a Diputación para invertir 120.000€ en proyectos necesarios como las mejoras de la piscina cubierta o en el Parque Monlleó. Aunque parece ser que en estas inversiones los dos alcaldes no estaban de acuerdo. ¿será la primera crisis de este matrimonio de conveniencia?

*Concejala del PP en l’Alcora