“El mundo nos mira”. Con esta frase presentábamos los grandes festivales ante la sociedad y los medios de comunicación internacionales. La frase encerraba una profunda convicción. La certeza compartida de que nos jugábamos buena parte de nuestras opciones para reposicionarnos en un mundo global que castiga a los conformistas y aburridos. Era un reto autoimpuesto para cultivar nuevos públicos, nuevos mercados y nuevos turistas. Desde que en Benicàssim empezáramos a verlo claro (fuimos los primeros), han ido naciendo diversos macrofestivales en varias ciudades de la Comunitat Valenciana. Los hay de diferentes medidas, estilos y vocaciones pero todos presentan aspectos que merece la pena identificar. Movilizan un flujo relevante de visitantes extranjeros, generan economía, empleo, imagen, marketing y alimentan las industrias culturales. El Gobierno valenciano, a través de la Agencia Valenciana de Turismo, ha presentado y registrado una marca de festivales propia. Mediterranew Musix. Mezcla de lenguas, de ideas y motivaciones. Como la vida misma de los festivales, cosmopolita. Una marca que pretende recoger los valores y premiar la calidad de aquellos que han contribuido a mundializarnos a través de la música. La idea es conformar una suerte de club de producto, como un cluster de emprendedores e iniciativas musicales en la Comunitat.

El propósito fundamental es ese: trazar un puente entre la identidad turística valenciana y los atributos musicales que albergamos. No en vano estamos en la comunidad de las 2000 bandas de música. Nuestros artistas surten las mejores orquestas y bandas del mundo. Llevamos la música en la sangre y nuestro objetivo es lograr que sea un producto turístico que nos diferencie y singularice como destino global.

Un territorio creativo donde la música tenga su particular paraíso. Donde se prodiguen las convocatorias y las peregrinaciones para disfrutar de ello. Eso es el turismo, moverse, peregrinar y viajar para vivir una experiencia única. Encaja perfectamente en un modelo turístico como el que pretendemos: diverso, plural, tolerante, abierto, mediterráneo.

La nueva Ley de Turismo, Ocio y Hospitalidad reconocerá a los grandes festivales como un producto turístico de primer orden. Gestionar nuestros recursos, nuestra gran diversidad, nuestro capital humano. Tenemos que ser también conscientes de nuestras debilidades. Crear una empresa en este país es muy complejo y la seguridad jurídica resulta fundamental para invertir. Por eso tenemos que intentar alinear todas las legislaciones y administraciones competentes para generar oportunidades. H

*S. Autonómico de Turismo