Menos impuestos y más inversiones. Ese es mi titular del pleno de la corporación que se celebró este jueves en Castellón. Las propuestas del gobierno municipal salieron adelante de forma unánime o con un rechazo marginal, lo que revela que estamos trabajando de forma adecuada, defendiendo el interés mayoritario, con propuestas que buscan el cambio social y ante las que es difícil decir no.

Todos los grupos políticos con representación en el Ayuntamiento dieron su visto bueno a un paquete de inversiones de 5,1 millones que incluyen importantes proyectos de renovación urbana y de lucha contra las inundaciones, como la remodelación urbana de la avenida Enrique Gimeno, entre las avenidas de l’Alcora y Ribesalbes, la segunda fase de la habilitación de un aparcamiento verde frente al Hospital General, el incremento de alivios de las acequias de la Obra y la Ratlla, la reutilización de agua en la ronda de circunvalación, la adecuación de la estación de bombeo del Planetario y un plan de asfaltado, entre otras actuaciones.

Ese mismo día se sometían al voto de los grupos las propuestas de modificación de las ordenanzas fiscales que llevó al pleno la Concejalía de Gestión Municipal que dirige Toni Lorenzo. Y la respuesta política fue casi la misma, con la salvedad de la negativa del Partido Popular a la bajada de los impuestos que se debatían. Sí, han leído bien: el PP se opuso a la bajada de impuestos. Afortunadamente, la iniciativa salió adelante con el voto de los firmantes del Pacte del Grau y la abstención responsable de Ciudadanos.

LA SEGUNDA reforma fiscal del Gobierno municipal es un paso adelante en el objetivo de lograr unos impuestos y tasas más justos y progresivos. Somos conscientes de las limitaciones legislativas, que impiden la aprobación de unos tributos más proporcionales a la renta y en función de la capacidad de las familias. Pero en el reducido margen de actuación, vamos avanzando y logrando ajustes en las ordenanzas que van por esa senda.

Una de las principales consecuencias que tendrá la aprobación definitiva de las ordenanzas será la bajada del coeficiente del IBI (que se sumará a la bajada de valores catastrales), el recorte en el tipo del impuesto de construcciones y obras, las nuevas bonificaciones en el impuesto de circulación de vehículos, la congelación de la tasa de la basura y la potenciación de la tasa hiperreducida para familias en riesgo de exclusión social.

Actuaciones que se enmarcan en el espíritu progresista del pacto que sustenta este gobierno. Las decisiones que se adoptan en la Junta de Gobierno y en los plenos van dirigidas todas hacia la mejora integral del bienestar colectivo. Queremos una ciudad mejor, en la que todas y todos podamos desenvolvernos con derechos plenos.

Una aspiración que no es compartida por los partidos de la oposición, o por lo menos por aquellos que tuvieron muchos años para gobernar y transformar esta ciudad y dedicaron su tiempo a gobernar contra la ciudadanía y a dilapidar recursos públicos. La realidad es la que es, aunque a algunas y algunos les gustaría que fuera lo contrario.

*Alcaldesa de Castellón