Lo que está pasando con la Banda Municipal de Música es el suma y sigue de la nefasta política de personal de Amparo Marco y sus socios de Compromís. La crítica situación por la que atraviesa ahora mismo la agrupación musical --con su director de baja laboral médica por depresión y vacante la plaza de subdirector-- empezó a fraguarse hace tres años, y el resultado han sido denuncias por acoso y querellas que tendrán que dirimir los juzgados. Algo absolutamente insólito en la historia de nuestra querida Banda Municipal y algo totalmente imputable a la política de amiguismo y sectarismo que llevan practicando unos y otros --socialistas e independentistas de Compromís-- desde que accedieron al gobierno de nuestra ciudad.

El caso Lafuente fue muy significativo y polémico por cuanto supuso un dedazo de la alcaldesa al nombrar para un cargo de confianza a un profesor universitario que renunció a ser concejal pero que aceptó gustosamente trabajar para el Ayuntamiento por más de 70.000 euros al año. Un caso que, por cierto, aún colea pues la alcaldesa ha decidido asignar ahora 75.000 euros del dinero de todos los castellonenses a una cátedra de la UJI que curiosamente dirige el mismo Lafuente… Una política de personal que incomoda también a la Policía Local porque no se apuesta por la promoción interna coartando las aspiraciones profesionales de la plantilla local.

Un equipo de gobierno que venía a rescatar personas y que lleva tres años rescatando a los suyos y gastando 765.000 euros en personal de confianza. Los funcionarios del Ayuntamiento de Castellón merecen gobernantes que valoren y premien el esfuerzo que hacen cada día por mantener viva esta ciudad. Ellos son los artífices del buen funcionamiento de los servicios públicos y ellos no merecen ser dirigidos por una banda de políticos partidarios que sólo gobiernan para los suyos.

*Portavoz del Grupo Municipal Popular en Castellón