La grandeza de un territorio y la aportación que haga a las personas que allí viven, reside en la capacidad de las personas que lo gestionan de coordinarse y saber enfocar el presente y el futuro.

El área metropolitana de Castellón parece que solo mira al sur y al interior. Tal vez por la afinidad política de sus gobernantes.

Benicàssim no quiere perder su identidad, pero es consciente de la enorme vinculación que existe entre la capital y nuestro municipio. Me atrevería a decir que casi el 50% de la población de Castellón veranea, duerme o reside en Benicàssim. Es por tanto hora de poner de acuerdo el futuro de ambas ciudades en lo que nos une.

Hoy en nuestro pleno municipal aprobaremos el inicio del desarrollo de la prolongación de la CV-149 entre la rotonda conocida como de la paella y el centro urbano benicense. Pero hay muchos otros puntos en común que deben ser debatidos y orientados. El transporte público, los Cercanías, la gestión de las aguas pluviales y las sinergias económicas que pudieran generar mejores rendimientos a nuestros empresarios. Por no contar que otros problemas, como los mosquitos, tampoco conocen fronteras.

Benicàssim está decidido a coger el tren del futuro, por sus vecinos, residentes y por los veraneantes. Benicàssim y Castellón están obligadas a trabajar juntas. No podemos dilatarlo más. H

*Alcaldesa de Benicàssim