Pasados dos años desde las elecciones locales y autonómicas de 2015 cada día son más los vinarocenses que ven como el gobierno tripartito sigue sin actuar ante los retos que nuestra ciudad tiene por delante.

Estamos ya a mitad del camino en una legislatura marcada por un pacto sin más proyecto ni ambición que apartar del gobierno municipal a quien los vinarocenses habían votado de forma clara como su opción preferida.

En todos estos meses ha quedado claro que el pacto está unido por el mayor número de dedicaciones de la democracia local y por los incrementos de sueldos respecto a la legislatura pasada y que ha servido para engañar y mentir a los colectivos y asociaciones locales, para realizar recortes ideológicos en las subvenciones, por la censura en el Setmanari Vinaròs, por la subida de impuestos, por los recortes en las ayudas al comercio o a las subvenciones deportivas.

Dos años desperdiciados a nivel local y sin exigir nada a la Generalitat Valenciana, no sea cosa que molesten a sus superiores en Valencia. Tanto en Podemos como en el PSOE y Compromís la prioridad es el partido y lo secundario las necesidades de los vinarocenses. En dos años muchas son las fotos de consellers en nuestra ciudad pero ninguna la inversión que ha llegado.

QUEDAN DOS AÑOS de gobierno pero a la vista de lo realizado no podemos esperar demasiado de quien ha perdido los dos primeros años más preocupado por mirar por el retrovisor que por mirar hacia delante. Con un gobierno paralizado en el Ayuntamiento y una Generalitat Valenciana con nula capacidad de gestión e inversión es fácil adivinar que a Vinaròs nos quedan dos años de travesía en el desierto. Una lástima.

*Diputado provincial del PP