La perfección del hombre está en la libertad. Una libertad que puede representarse a través de nuestra figura más universal, la del Quijote. Porque, al final, la obra de Cervantes no deja de ser una metáfora de la conquista de la libertad a través de nuevos horizontes.
El Quijote dedica su vida a ser libre, a buscar desde la bondad absoluta, desde la ensoñación y la locura, su propio camino. Por eso conmueve tanto que el aventurero recupere al final la razón y, una vez se da cuenta de que su vida no ha tenido sentido, fallezca. De ahí la grandeza de esta novela universal que es bisagra en la forma de entender lo novelesco, inauguró un género. La carga simbólica de la obra es fundamental para entender la propia existencia. Si Cervantes no hubiera sido un soldado, un prisionero de guerra y un hombre con una vida complicada, jamás habría podido escribir El Quijote.
La conducta libre es, como decía Rousseau, la más natural y el papel de la administración debe ser garantizar esta libertad, apoyarla, impulsarla. De ahí que sea tan importante un modelo económico que crea en aquellos que pueden generar riqueza, empleo y oportunidades. Una administración no debe regirse por fines políticos, sino por proteger el bienestar general. No puede servir para actuar de forma perversa, con un intervencionismo que solo oculta fines partidistas.
La provincia de Castellón es una metáfora de esa libertad individual ya que, pese a todo, desde siempre hemos mantenido una identidad propia, distinta. Somos como el hijo pequeño de la familia que consigue pasar de ser el pequeño al grande a través del esfuerzo.
Que un coloso como la HBO haya optado por Peñíscola como escenario de Juego de Tronos debería servir para que aquellos que nunca han creído en nuestra capacidad, en nuestro turismo, guarden un tiempo de silencio. Una millonaria audiencia mundial conocerá los escenarios de la ciudad en el mar, como ya lo han hecho los que han podido reír y disfrutar con el ‘Chiringuito de Pepe. O, sin ir mas lejos, como Icíar Bollain ha escogido la provincia para localizar El olivo.
Nunca el asedio a un pueblo o el imponer ideas, así como crear tasas e impuestos, trabas en definitiva al futuro, han resultado positivos para nadie. Ni desmantelar servicios que funcionan, ni aumentar la presión fiscal para los empresarios turísticos pueden funcionar.
Tal vez cuando el ingenioso hidalgo luchaba contra gigantes imaginados por su febril demencia no estuviera muy equivocado. Son muchas las ocasiones en las que los molinos de viento, en realidad, soplan aires difíciles y se ocultan en una falsa apariencia. H
*Presidente de la Diputación de Castellón
