Hace cuatro años Castelló de la Plana optó por un cambio en el Ayuntamiento tras 24 años de gobiernos del PP. Como consecuencia, contamos con un gobierno municipal progresista y con la primera alcaldesa: Amparo Marco, una brillante profesora de Economía de la Universitat Jaume I.

Amparo se convirtió en alcaldesa tras el pacte del Grau, encabezando un equipo con 10 concejalías, frente a las 15 de su antecesor. Eso es eficiencia: con menos concejales, han hecho más, y eso que dedicaban energías a pactar los asuntos entre PSPV, Compromís y Castelló en Moviment, hecho que antes no sucedía al disfrutar el PP de mayoría absoluta.

A pesar de ello, la gestión de estos cuatro años ha sido espectacular. Sé que a Amparo le hubiera gustado hacer más aún, como persona inconformista que siempre quiere más para su Castelló, pero el tiempo y el presupuesto ponen límites a todo.

Ha hecho mucho y bien y por eso quiero más. Quiero que Amparo siga llevando a Castelló por la senda de progreso y reconocimiento internacional. Quiero que podamos seguir formando un tándem para hacer realidad la estación intermodal, en la que se implicó decididamente, la zona logística, que creará tejido productivo y empleo, un polo de desarrollo turístico de calidad y tantas cosas que transformarán Castelló y el Grau a mejor.

Los castellonenses nos podemos sentir contentos por lo conseguido en cuatro años: sanear económicamente el Ayuntamiento, bajando la deuda hasta 38,7 millones, de los 97,2 millones que dejó el PP; reducir impuestos y tasas; incrementar las políticas de empleo y sociales; impulsar el nuevo Plan General, para que la ciudad pueda atraer inversiones y crear empleo, y no siga en la atonía que la dejó el PP con la anulación judicial; mejorar el transporte público y la limpieza y recuperar el Castell Vell y el refugio antiaéreo de la plaza Tetuán, por nombrar sólo algunas cosas.

Amparo ha puesto a Castelló en el mapa de lo positivo: somos conocidos por la transparencia y el buen uso del dinero público; por Escala a Castelló, que ha puesto a la ciudad en el mapa turístico, consiguiendo además el apoyo de la Unesco; por el reconocimiento de Ciudad de la Innovación, que pocas ciudades tienen y que permitirá acceder a fondos para importantes proyectos; por lograr 20 millones de euros de fondos europeos, porque Amparo decidió apostar por ello; por el hermanamiento con la ciudad japonesa UBE, dejando el pabellón de Castelló muy alto, como pude comprobar en Japón.

Los castellonenses nos podemos sentir orgullosos de la alcaldesa que tenemos. Ha demostrado que sabe gestionar con eficacia y eficiencia lo público, centrando su prioridad en las personas, especialmente en las más vulnerables.

Amparo es un ejemplo, pero afortunadamente no está sola, porque hace cuatro años la provincia optó por una ola de cambio y votó masivamente por opciones progresistas. La provincia pasó a contar con un magnífico equipo de socialistas al frente de los consistorios, con muchas personas jóvenes, aunque sobradamente preparadas, que han dado un rumbo nuevo a sus Ayuntamientos. Entre ellos, Estibáliz Pérez, en Almenara; Esther Lara, en les Alqueries: Santiago Agustina, en Atzeneta; M. Josep Safont, en Burriana; Xaro Miralles, en Benicarló; Ernestina Borràs, en Càlig; José Martínez, en Xilxes; Rhamses Ripollés, en Morella; Ximo Huguet, en Onda; César Pallarés, en Ribesalbes; Manuel Martínez, en la Vilavella; Sergio Bou, en Santa Magdalena de Pulpis; Rafael Magdalena, en Segorbe; Ramón Martínez, en Sot de Ferrer: Josefa Tena, en Torreblanca: Tania Baños, en la Vall d’Uixó; Abel Ibáñez, en Vilafamés: Samuel Falomir, en l’Alcora, y Mercedes Galí, en Almassora. Hay muchos más, en pequeños municipios, pero no puedo nombrar a todos.

Este equipo se unió a grandes alcaldesas y alcaldesas socialistas a los que la ciudadanía les revalidó para seguir al frente de los Ayuntamientos, como Carles Selma, en la Pobla Tornesa; Ángel Ribes, en Benlloch; Evaristo Martí, en Rossell; Ana Besalduch, en Sant Mateu; Santiago Peñarroya, en Forcall; José Martí, en Sueras; Adolf Sanmartín, en Cervera; Óscar Tena, en Vilafranca y José Benlloch, en Vila-real.

Este gran equipo socialista ha desatacado por su entrega a sus municipios para mejorar las condiciones de vida de sus vecinos. Han promocionado proyectos turísticos, industriales, agroalimentarios y de servicios, cada uno explotando los puntos fuertes de su municipio para el desarrollo económico y creación de empleo en su entorno. Han puesto como prioridad a las personas, protegiendo a las desfavorecidas.

Los ayuntamientos de Castellón viven un momento decisivo. Nos jugamos el futuro. El cambio progresista llegó hace cuatro años y el 26 de mayo llega la hora de las urnas. Es la hora de renovarlo y extenderlo a otros municipios, o de ir hacia atrás como los cangrejos. De votar por el futuro, o por el pasado. De avanzar o retroceder. De aprovechar las sinergias con los gobiernos socialistas de la Generalitat y del Estado, o de quedarse en el otro lado. Si estás por lo primero, las candidaturas socialistas necesitan tu apoyo en las urnas.

*Presidente de la Autoridad Portuaria de Castelló