Corría el siglo XVII cuando el Conde-Duque de Olivares, valido del Rey Felipe IV acuñó aquello de «tenemos a los valencianos por más muelles que los catalanes o portugueses», refiriéndose a que nosotros hemos sido siempre débiles, nunca nos quejamos y si lo hacemos, se queda en eso, en queja y en no pasar a la acción para defender los derechos.

Han pasado muchos siglos, muchos monarcas y gobernantes, pero parece que todos han coincidido con el Conde-Duque. El Gobierno ha ratificado en los últimos años varios acuerdos alcanzados entre la UE y otros países extracomunitarios (acuerdos con países del norte de África o en el 2016 con el acuerdo con las cinco republicas sudafricanas entre las que estaba Sudáfrica).

Aún no nos hemos recuperado de las gravísimas consecuencias que ha traído este último acuerdo para la agricultura española, especialmente para el sector citrícola valenciano, y nos enteramos de que hace unos días la UE ha cerrado un acuerdo comercial con Mercosur (Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay) que facilitará los intercambios comerciales entre ambos territorios.

Un acuerdo que será, a priori, beneficioso para el sector químico y del automóvil, pero que castigará duramente al citrícola. Nuevamente la agricultura valenciana como moneda de cambio para que otros sectores ganen. El acuerdo aún no es definitivo, puesto que falta ser aprobado por el Parlamento y ratificado por los países miembros.

¿Empezamos a movernos y que tengan claro los representantes que han de votarlo y ratificarlo la postura de los agricultores valencianos? El resultado dependerá, en gran parte, de nosotros. Hay mucho en juego. Vamos, por dignidad.

*Alcalde de Nules