Esta semana hemos asistido atónitos a un nuevo agravio de la Generalitat con Castellón. El gobierno autonómico ha vuelto a poner en el centro de sus críticas a la Diputación utilizando el Hospital Provincial y la Sanidad de todos como moneda de cambio para remover los cimientos de esta institución gobernada por el PP. Si antes aludían a la gestión para justificar la eliminación de un aula para niños con daño cerebral, ahora la excusa es la procedencia de un dinero, que sí ha llegado, y que debe destinarse a comprar un aparato muy avanzado de tratamiento contra el cáncer. 1,5 millones de realidad frente a millones de excusas que esgrime la Conselleria de Sanitat para ahogar e intentar desmantelar el Hospital Provincial de Castellón, centro de referencia oncológico y oftalmológico. Este importe es la cantidad comprometida y ya transferida por la Diputación para la compra del acelerador lineal y lo que resta es la irresponsabilidad de un gobierno que antepone la mentira y la batalla ideológica a las necesidades de los castellonenses. La provincia y sobre todo los enfermos no están para excusas ni dilaciones. Castellón no merece un gobierno que desatiende sus obligaciones. La responsabilidad política de un cargo público está por encima de ideologías. La Diputación ha cumplido y ahora lo único que esperamos es que Ximo Puig y su gobierno se ponga del lado de los castellonenses y compre cuanto antes esta máquina capaz de plantar cara al cáncer. H

*Senadora del PP