La política, la actividad que desarrollamos quienes dirigimos los asuntos públicos o quienes aspiran a dirigirlos, está revestida en demasiadas ocasiones de una sobreactuación que solo aporta alarma y desasosiego entre la ciudadanía. Una cierta impostura que se ha convertido en algo casi inherente al arte de gobernar o fiscalizar la acción de gobierno pero que no hace justicia a la capacidad de consenso que los representantes políticos tenemos en muchas ocasiones.

En Vila-real, he de reconocer y agradecer la altura de miras que ha demostrado la oposición desde el primer momento en esta crisis. Como alcalde, me enorgullece el consenso y la actitud constructiva que, diferencias ideológicas aparte, han mantenido los seis partidos con representación municipal ante una emergencia sanitaria, económica y social sin precedentes.

Una de las primeras decisiones que tomé tras la declaración del estado de alarma fue activar un canal de comunicación directa con todos los representantes de los partidos, incorporándome al grupo de WhatsApp que desde el inicio de esta legislatura utiliza la primera teniente de alcalde y portavoz del grupo socialista, Silvia Gómez, para informar y mantener contacto con los portavoces de las distintas formaciones. De esta manera, he podido durante toda esta crisis ---pero de manera especial los primeros días-- mantener un diálogo con los partidos, ponerme a su disposición y escuchar sus reflexiones y propuestas. Una interlocución que seguirá abierta siempre que quieran para trabajar por la recuperación económica y social.

La prueba de que esta colaboración de los partidos por el futuro de la ciudad se está dando es la creación de la mesa del Pacto local por el Renacimiento. Este foro de diálogo ha transformado la voluntad de consenso en acciones reales para la gestión de la crisis desde los ámbitos sanitario, económico y social. Una decena de medidas ya han visto la luz y otras más que se acordarán en breve, y que se financian con cargo a la partida de 500.000 euros.

En materia sanitaria, se ha consensuado la adquisición de material para el banco de mascarillas y otros elementos de protección con los que abastecer a las instalaciones y empleados municipales; también ha habido consenso en la realización de test rápidos de detección de covid-19 a los trabajadores municipales de forma progresiva. Desde el punto de vista social, todos los partidos hemos estado de acuerdo en incrementar la aportación a las entidades sociales del municipio que, en alianza con el Ayuntamiento, trabajan por los más vulnerables, además de reforzar con más personal nuestros Servicios Sociales. En este ámbito se ha aprobado, asimismo, continuar con el Plan de cocina solidaria que nos permite garantizar una alimentación a las familias con menos recursos y, sobre todo, a los niños y niñas que en este tiempo no han podido hacer uso del comedor escolar; también ha habido consenso para implementar acciones formativas que reduzcan la brecha digital. Finalmente, en el apartado económico, los bonos para incentivar el consumo en el comercio y los servicios locales son una de las medidas más importantes, dotada con 100.000 euros, pero también hay otras como la creación de un registro de iniciativas culturales y deportivas; incrementar la dotación para el foro de empleo y oportunidades laborales Ocupa’t o la promoción de ferias y acciones de dinamización comercial.

Una muestra de que lo importante en la vocación política es conseguir frutos que mejoren la vida de la ciudadanía; y de que, al contrario de lo que dice el refrán, puede haber mucho ruido pero también muchas nueces. Eso es lo más importante. Y afortunadamente, no siempre el ruido y el jaleo impiden la eficacia y el diálogo.

*Alcalde de Vila-real