Gritos, insultos, golpes… La imagen esta semana de dos concejales del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Castellón en un escrache y resistiéndose a la Policía Local es indigna y una muestra del mundo al revés al que la izquierda arrastra a nuestra ciudad. Fue en el desahucio de tres familias, nueva demostración de que el círculo de los desahucios sigue sin cerrarse, a pesar de lo que la alcaldesa de Castellón pregonó en el año 2015.

Y es que en nuestro Ayuntamiento hay personas que ocupan un cargo público sin ser conscientes de sus obligaciones. Desde que la izquierda gobierna en Castellón, hemos visto cómo un concejal del PSOE tuvo la osadía de decir que los acuerdos del pleno no sirven para nada, a pesar de que son la máxima representación de la democracia en un municipio. También a los ediles de Compromís manifestándose contra fallos judiciales. Y ahora a los concejales de Podemos contraviniendo la orden de un juez y enfrentándose a su propia policía, la Policía Local de Castellón, a la que han reprendido y desautorizado por cumplir con su deber.

Olvidan que sentarse en el sillón les obliga a cumplir la ley. Olvidan que la política ya no la hacen detrás de la pancarta, sino desde los despachos que ocupan después de subirse el 52% el sueldo.

Desde el PP estamos en contra de los lanzamientos de personas de sus viviendas. Hay que erradicarlos; también las okupaciones . Pero los problemas no se resuelven a gritos, sino trabajando y gestionando sus áreas. Y la realidad es que la de Vivienda apenas se ha gastado 90 euros en los seis primeros meses del año, a pesar de ser un tema tan sensible en un momento tan difícil como este. Y así nos va. H

*Portavoz del PP en el Ayuntamiento de Castellón