Querido/a lector/a, el otro día se me acerca un señor y de golpe me dice: ¿y ahora que, a aprovechar las municipales para apartar a la derecha de los Ayuntamientos?

Siendo ese el panorama, y como solo sabía que era de la Vall d’Uixó, pero no del pie que cojeaba en política, me limité a ser cortés y le transmití que, en parte, esa realidad ya existía porque la derecha, el PP, tenía más Ayuntamientos que el PSOE en la provincia de Castellón, pero, al ser de pueblos pequeños, facilitaba que la izquierda gobernara sobre la mayoría de ciudadanos. No obstante, le reconocí que siempre existe el derecho y el deber de intentarlo y más cuando todo apunta a que, en esta ocasión, cabe esa posibilidad y, de paso, hasta la de la Diputación.

Pero no todo acabó ahí. El mismo señor con sencillez y morro, me preguntó: ¿tu votarás a Tania? A lo que le respondí que ¡Sí! ¡No lo dudé! Pero claro, su atrevimiento permitió el mío y así también le pregunte: ¿y usted también votará a Tania? La respuesta fue rápida y me contó que solo conocía a Tania, pero para votarla necesitaba datos, saber lo que se ha hecho y lo que se promete. En consecuencia, y sabedor que le preocupaba el paro, mi papel fue simple: le recordé que el alcalde anterior a Tania, el del PP, antes de irse dijo la barbaridad de que el Ayuntamiento no genera ni tiene que ver con el empleo porque eso es cosa de la empresa privada. En contraposición Tania entendió lo contrario desde el principio. Consideró que esa preocupación era una obligación moral y económica y la sitúo como prioritaria en el corazón mismo de la acción política y de los presupuestos. Tan cierto como nada más entrar elaboró un plan de choque contra el paro, le dio vida al pacto comarcal por el empleo, durante la legislatura ha gestionado más de 7 millones de euros en políticas de ocupación se ha reducido el paro en 1.500 personas, etc. Al final no se a quien votará, pero yo lo intente y el me pago en café.

*Analista política