Unidas Podemos forma parte del Gobierno de España desde hace 100 días. En poco más de un mes se aumentó el salario mínimo a 950 euros y se derogó la norma que permitía el despido por faltas justificadas. Habíamos venido a luchar por la igualdad y la justicia social. De repente un virus contagioso y letal sume a nuestro país en una crisis sanitaria nunca vista. Las circunstancias son difíciles, las decisiones complejas, pero los principios que nos alientan no han variado. Nadie quedará atrás. Se lo debemos a esta población admirable. Confinada al máximo en sus casas, teletrabajando, cuidando de la familia y resistiendo los desánimos. Consciente de una realidad dramática y dolorosa, sintiendo las perdidas irreparables de los fallecimientos, preocupada ante un futuro incierto.

De estas casas sale cada día el personal sanitario que atiende a los enfermos en primera línea. Durante semanas sin los medios ni las protecciones adecuadas. Les aplaudimos todos los días desde nuestras ventanas pero merecen mucho más: una defensa del tesoro que es nuestra Sanidad pública.

Salen quienes sostienen esta sociedad con trabajos esenciales y muy poco considerados. Nos alimentan agricultores, ganaderos, temporeras del campo, trabajadoras de almacén, transportistas, reponedoras, dependientas y cajeras en los comercios. Necesitamos a quienes mantienen en marcha la energía, el agua, las comunicaciones. Nunca podremos prescindir de quienes limpian, recogen la basura, lavan la ropa o hacen la comida en los hospitales. ¿Cuánto cobran? Muchos de estos trabajos, y más los feminizados, están muy mal pagados. Es de justicia continuar con la subida del salario mínimo y velar por sus derechos laborales.

La gente que debe permanecer en su casa puede que esté afectada por un ERTE pero sabe que tiene ayudas dignas, aunque no hubiera trabajado el tiempo requerido, y que no se ha roto la relación laboral con su empresa.

Puede que sea autónomo o autónoma, haya cerrado o reducido su recaudación en un 75%. Ahora estará cobrando prestaciones, no pagará cotizaciones, pero cuenta como que sí y créditos a un interés muy bajo para reanudar su actividad. Un apoyo a mejorar pero que nunca antes recibieron.

Puede que sea una familia en situación económica muy precaria, que perderá la temporada turística, que sean profesionales de la cultura, del espectáculo, personas en situación irregular, o que no pueden compatibilizar el cuidado familiar y la actividad laboral. Para ellas se está preparando un ingreso mínimo vital.

Queda mucho por hacer, y mucha gente se está dejando la piel en ello. Esto pasará, y saldremos bien si nadie queda atrás.

*Diputada al Congreso por Castellón de Unides Podem