Estas fechas tan entrañables que compartimos con quienes más queremos son un buen momento para recordar a todas aquellas familias, pequeñas empresas y negocios que nos rodean en cada ciudad. Para recordar a los hombres y las mujeres que trabajan la tierra, a aquellos que lo hacen en el mar, a quienes cuidan de sus viñas u olivos para obtener el mejor aceite y el mejor vino, a quienes luchan cada día por seguir ofreciéndonos lo que nos regala la mejor tierra del mundo.

Para estas Navidades, me he propuesto pensar en cada pequeño comercio, en el bar de la esquina o la tiendecita de juguetes que regenta siempre una cara conocida.

Hagamos todos de nuestro particular saco de Papá Noel, no solo un conjunto de regalos para nuestros seres más queridos --tradición que por supuesto no puede faltar--, sino también un conjunto de oportunidades para aquellos y aquellas que suben la persiana cada día.

PONGAMOS durante estos días de celebración en nuestras mesas de fiestas productos de nuestra tierra, el pescado de nuestras lonjas, nuestos aceites, nuestros vinos y contribuyamos todos no solo a agasajar a nuestras familias con lo mejor que tenemos, sino también a hacer crecer la ilusión y las oportunidades en una provincia que necesita estar unida para seguir avanzando como ha demostrado que sabe hacer.

Sin más, les deseo una feliz Navidad a todos, paz y prosperidad.

*Alcalde de Peñíscola