Compromís, Podemos y PSPV están en la tarea de exigir a los sanitarios de nuestra Comunidad y a todos los funcionarios el requisito lingüístico, eso ocupa gran parte de su tiempo en Les Corts valencianas. Mientras nuestros vecinos y nuestra economía agonizan en esta pandemia, los miembros del tripartito son ajenos al dolor que nos rodea y parece no preocuparles más que la imposición ideológica que buscan.

No se trata ni de defender el valenciano, ni de garantizar que los ciudadanos puedan dirigirse en valenciano con su médico o con la administración. No cabe engaños, aquí no se ha marginado a nadie por hablar valenciano en los últimos cuarenta años, todos hemos podido dirigirnos a la administración en esta lengua cuando hemos querido.

Lo que los nacionalistas pretenden es que el valenciano no sea vehículo de integración, sino de separación en nuestra tierra, de barrera ideológica de contención nacionalista, de diferenciación, se trata, en suma, de marginar, arrinconar y matar socialmente a quienes hablamos en español, como pasa en otras partes de nuestro país.

Lo que nuestros ciudadanos quieren es a los mejores profesionales sanitarios, con independencia de la lengua que hablen, que sus médicos sepan inglés para que puedan formarse leyendo las investigaciones que se publican en universidades extranjeras y así seguir progresando.

En un mundo global, lo que todos queremos es que nuestra Sanidad y nuestra Administración se nutra del talento de jóvenes de toda España y de la Unión Europea, sin importar ni de dónde vienen, ni las barreras que los sectarios quieren imponernos. H

*Diputado autonómico de Cs por la provincia de Castellón y portavoz de Justicia y Administración Pública