Haciendo balance de mi último año como diputada, tengo que reconocer que se me ponen los pelos de punta al recordar ciertos episodios. Y es que el honor de representar a los españoles se ha visto empañado por situaciones que, si no las hubiera vivido, me parecerían inverosímiles en un Estado de Derecho.

Hemos soportado burlas a nuestra jurisprudencia y a la Constitución por parte de los separatistas, que después se convertían en socios del Gobierno, pactos indecentes de un partido presuntamente constitucionalista con Bildu o ataques a la libertad por parte del sanchismo en el Orgullo LGTBI. Por todo ello, desde Cs vamos a decirle un no alto y claro al PSOE de Pedro Sánchez.

No podemos avalar a un ministro como Marlaska, que emula a Torra y su apreteu; no podemos avalar a un presidente que da vía libre para que Otegi salga en una televisión pagada por todos; no podemos avalar a una vicepresidenta que se apropia del feminismo insultando a todas las mujeres que luchan por la igualdad; no podemos avalar a un partido que acepta las condiciones de los separatistas catalanes mirando hacia otro lado; no podemos avalar a un sanchismo que ya ha elegido socios de Gobierno, aunque estén intentando engañarnos con su sainete.

En Cs vamos a liderar la oposición. Y, en mi caso particular, continuaré dando lo mejor de mí por los castellonenses. Por ellos, voy a trabajar alejada de los viejos vicios del bipartidismo que lo único que han traído son infraestructuras ruinosas, un sector agrícola y pesquero en peligro de extinción o casos de corrupción y enchufismo vergonzantes.

*Diputada nacional de Cs Castellón