Mónica Oltra perdió la compostura y su tan cacareada fachada democrática, cuando insultó a los ciudadanos que no la habían votado. ¡Qué talante, qué templanza! Señora Oltra, los valencianos se han dado cuenta que no es oro todo lo que reluce, han perdido la confianza en usted, porque le votaron para que las cosas mejoraran y estamos peor.

Se han dado cuenta que lo que hace la vicepresidenta y sus compañeros de gobierno es postureo, retórica para ganar votos, pero cuando les toca plasmar el discurso en hechos, la cosa cambia. Obras son amores y no buenas razones y el caos, el sectarismo y el llanto han sido las obras capitales de este año de gestión. ¡Cómo no van a perder la confianza de los ciudadanos! Y es que es muy fácil enfundarse en una camiseta, sentarse en un plató o ponerse detrás de una pancarta, pero gobernar, dirigir una comunidad, eso es otra cosa y les viene muy pero que muy grande.

Solo ha hecho falta un año para que la gente se dé cuenta de que eso no es lo que quiere para su tierra. Existe una mayoría moderada que huye de los partidos radicales, que ha dicho no al sectarismo y la vicepresidenta, por eso, les insulta. Señora Oltra, como ya le he dicho en otras ocasiones, usted hace buena la frase de Voltaire que dice: “proclamo en voz alta la libertad de pensamiento y muera el que no piense como yo”. H

*Diputada autonómica PP