Aquest diumenge hi ha eleccions municipals i serà la ciutadania qui decidisca qui governarà els nostres pobles. Per això hui no escriuré jo aquest article. He decidit donar-li veu a Sergio. Un jove del Grau que ni és amic (sí conegut) ni és company de partit ni comulga especialment amb els principis del meu partit. Ho faig com un gest cap a totes eixes persones que cada fita electoral voten i encomanen a qui es presenta a lluitar pels drets i el benestar de la ciutadania. Perquè la política no la fem nosaltres sinó la ciutadania. Amb tots vostés, Sergio López:

Yo lo haré en castellano. No por estúpido nacionalismo ni nada que se le parezca, sino porque era el idioma de mis abuelos, de todos ellos, castellanos y andaluces. Que pararon por esta tierra para tener algo más que algo que echarse a la boca, durante aquellos años en los que todo el mundo caminaba sin tener muy claro el rumbo, huyendo de aquella ineficaz e inacabable autarquía, que lejos de alimentar al país no hacía sino alimentar las diferencias de clase, el hambre y la miseria. No fue fácil, como no lo es para nadie hacer las maletas e ir comiéndose a bocados los recuerdos y los kilómetros que separan una vida de otra.

Porque ellos hicieron de Castellón y de nuestro Grao, junto a los que ya estaban, junto a los que vinieron después, lo que es hoy. Una ciudad hecha a retazos de barrios levantados a golpes de azada, mortero, trapo para el polvo y tirones de red. Una ciudad real, en un mundo real.

Y en nuestra mano está que nuestra ciudad, nuestros barrios, sigan siendo lugares reales libres de mitos y leyendas de civilizaciones que vienen a «robar nuestros caballos y violar a nuestras mujeres». Sin el abstracto y el ruido de esos platos de comida llenos de banderas, vacíos de pan y discurso.

Una ciudad real, con gente real y problemas reales que no solucionaremos quitando o poniendo una n aquí o allá, haciéndose un selfie en los toros o yendo a procesiones a sujetar al santo, ni posando para la foto mientras se fuerzan sonrisas hasta el límite permitido por la OMS. Esto no llena neveras, no manda a la gente el lunes a trabajar, no mejora esos empleos, no acorta esperas en el médico, no adecenta aulas, no llena comisarías de policías y ladrones. Debates vacíos que evidencian una falta total de capacidad de gestión y valentía para abordar los grandes temas, que siempre quedan en vía plenaria, hastiados de gritos y faltos de soluciones por parte de todos y cada uno de los miembros de ambas bancadas. Una mano señalando, la otra atada al sillón, sea de gobernanza u oposición. No es lo que necesitamos.

El domingo hay que votar y yo necesito gente real y valiente al frente, que deje de gritar mucho y muy alto, de intentar enfrentarme con el vecino y actúe. Necesito que no se preocupen de la soca o de su falta. De que te llames Pau, Milton o Florin y de lo que haya en tu cuenta corriente. Que no me haga retroceder a cuando llegaron mis abuelos. Poder hacerlos sentir orgullosos y al igual que ellos, mirar hacia delante y seguir avanzando. Porque lo que hicieron no lo hicieron por ellos, lo hicieron por mí. Se lo debo a mis abuelos, a mi ciudad, a mi barrio… y me lo debo a mí.

*Portaveu del Grup Socialista a Castelló (PSPV-PSOE)