Algunos piensan que en política todo vale, sin medir consecuencias, aunque para ello sea necesario dejar en ridículo a un compañero. Cuando la señora Mallol dejó de ser la portavoz del Partido Popular en l’Alcora, muchos teníamos claro que dejaba el cargo pero no el control del grupo municipal. Su puesto de senadora le impide estar informada de las cosas que suceden en el ayuntamiento, y por tanto, hace afirmaciones que dejan en muy mal lugar el trabajo de su portavoz municipal en el consistorio.

Desde el 2011 al 2015 trabajamos en la oposición municipal con dos objetivos: fiscalizar el trabajo del gobierno y hacer propuestas para mejorar l’Alcora. Ahora, algunos concejales del PP parece que se hayan propuesto como objetivo dejar en evidencia a su portavoz. La sra. Mallol no puede decir que no hablamos con ellos para tratar asuntos que van al pleno, cuando tenemos una comunicación fluida con su portavoz municipal. En ocasiones he pensado que la comunicación entre ellos no funciona correctamente pero, tras lo visto en el último pleno, la conclusión a la que llego es que tratan de dejarlo en mal lugar.

La transparencia es fundamental en política, y si por alguna cosa se caracteriza el actual gobierno municipal es por ello. Podremos cometer errores, pero no pueden decir que no somos transparentes.

Me entristece cuando la oposición es capaz de todo para confundir a los ciudadanos. Por poner un ejemplo, en el pleno de este mes, la regidora Patricia Gil (PP) me acusó de no haberles informado sobre las próximas jornadas medievales. Después, cuando otros grupos de la oposición explicaron que les había dado toda la información al respecto, tuvo que reconocer que su portavoz municipal le comunicó que tenía toda la información. No lo entiendo.

En el último pleno sentí angustia por el portavoz del PP, Vicente Mateo. En sus intervenciones, tanto la sra. Mallol como la sra. Gil le dejaron en muy mal lugar, al acusarnos de esconderles información que él tenía, y además, había transmitido a su grupo. La lealtad entre compañeros no es eso solo cuestión de buenos políticos, sino también de buenas personas.

*Alcalde de l’Alcora