Así de claro y preciso. Sin dudas ni medias tintas. Soy de Castellón y sóc de Castelló y pretender imponer uno de los dos topónimos es un error que vuelve a poner de manifiesto la política de pensamiento único y sectarismo que practican los socialistas y los nacionalistas de Compromís desde que llegaron al gobierno de la ciudad.

Castelló/Castellón jamás se ha detenido en cuestiones irrelevantes como ésta, porque a los castellonenses nos preocupa más la suciedad de nuestras calles, la educación de nuestros hijos, la falta de especialistas en los centros de salud o el desmantelamiento del Hospital Provincial, etc. Nosotros seguiremos diciendo que nacimos en Castellón y nadie nos lo prohibirá. I el nascut a Castelló, ídem.

La postura del Grupo Municipal Popular ha sido desde el principio defender el topónimo bilingüe tal y como ya tenemos, porque pensamos que la verdadera normalización es el bilingüismo que da libertad a cada uno para poder expresarse como quiera, sin imposiciones. Una postura opuesta a la suya, pues ni siquiera han tenido en cuenta la oposición vecinal que exigía una consulta ciudadana. Una actitud a la que ya nos tienen acostumbrados, por lo que no sorprende el cambio radical de postura de la alcaldesa que primero abogaba por el consenso de todos los partidos, pero de buenas a primeras se ha doblegado a las exigencias de Compromís, dando su apoyo incondicional a este atropello.

Una coalición, la de Compromís, que además de practicar la política del rodillo ahora practica el silencio como antídoto, pues todavía no ha dado explicaciones a la ciudadanía por la imputación de la vicealcaldesa, Ali Brancal, y el secretario autonómico de Empleo, Enric Nomdedéu, por un presunto delito de malversación de caudales públicos. Y mientras ellos callan… usted señora Marco ¿otorga?

*Portavoz del Grupo Municipal Popular en Castellón