Con la aprobación, este jueves, de un Plan de Usos Especiales del Hospedaje, el Ayuntamiento de Madrid pretende poner coto a la considerable proliferación de pisos turísticos que se ha dado los últimos años. El objetivo final es «plantear una ilegalización masiva de viviendas turísticas», para «acabar con el 95% de los pisos Airbnb que operan actualmente». A través de medidas altamente restrictivas, y con una zonificación de la capital, se trata de proteger a la ciudad de un evidente exceso. Tras la aprobación definitiva del plan (con el previsible apoyo del PSOE) tendrá que verse no solo de qué manera afecta a las nuevas licencias, que tendrán grandes dificultades administrativas y, en cualquier caso, estarán alejadas del centro, sino cómo va a producirse el cierre de las ya concedidas.

Precisamente ayer la Federación Española de Asociaciones de Viviendas y Apartamentos Turísticos (FEVITUR) presentó la primera campaña de sensibilización, concienciación y lucha contra el intrusismo en la oferta de apartamentos de alojamiento turístico. La campaña, apoyada por la Agencia Valenciana de Turismo, es la primera que se desarrolla en España.

En Barcelona, que también sufre la misma presión de vivienda vacacional, con un aumento de casi un 1000% de la oferta en los últimos siete años, ya se aprobó, en marzo del 2017, el PEUAT (Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos) para regular el fenómeno y apostar por un turismo sostenible.