La nueva normalidad, ese ha sido el eslogan elegido por el gobierno para vendernos que ya ha pasado lo peor. Hay que reconocerles que en materia de propaganda Sánchez podría escribir una tesis, esta vez sin copiarla. Desde que llegaron al gobierno encadenan una estrategia propagandística con otra, da igual que no haya fondo o que sea para tapar que hacen todo lo contrario, lo importante es que cale el eslogan.

Haciendo repaso de alguna de las campañas del gobierno cualquiera se da cuenta de la debilidad de los argumentos. Sánchez llegó al gobierno con el apoyo de una amalgama de partidos que cada uno buscaba su propio interés sin pensar en el bien común de los ciudadanos, el lema en ese momento era que había que echar al PP de Rajoy por corrupto, todo por una sentencia en dos pueblos de Madrid en los que algunos se aprovecharon del resto, sin embargo cuando se condenó al PSOE de toda una comunidad como Andalucía por los ERE el lema ya había pasado de moda y el gobierno (ya era Sánchez presidente) no debía dimitir.

Después, en el 8-M nos iba la vida según Carmen Calvo, sin duda acertó, diferentes estudios señalan estas marchas, junto con otros eventos celebrados a principios de marzo, como factores decisivos en la expansión del coronavirus. Una vez ya no podían negar la pandemia pasaron a un mensaje de unidad mientras sus voceros insultaban al Partido Popular para provocar su negativa a pesar de que seguimos ofreciendo pactos de estado.

El estado de alarma era necesario en las fases para restringir la movilidad, aunque ahora hay territorios que retroceden de fase y confinan población sin estado de alarma. Ahora llegamos a la nueva normalidad, esa en la que se cesa al que critique al gobierno desde puestos técnicos y donde ya da igual conocer el número exacto de compatriotas a los que se ha llevado el virus. ¿Cuál será el siguiente eslogan? En nuestras manos esta creérnoslo.

*Secr. gen. y portavoz adjunto PPCS