Ese es el eufemismo que se utiliza para denominar la época que nos va a tocar vivir, tras el final del estado de alarma. Pero llamar normalidad a tener que ir a todas partes con mascarilla, mantener distancia de dos metros con los demás y lavarte las manos cada vez que tocas algo es cualquier cosa menos normal, aunque, y que quede muy claro, absolutamente necesario. Por lo menos, hasta que aparezca una vacuna que nos permita, entonces sí, retomar la normalidad. Pero creo que sería contraproducente por nuestra parte, no extraer conclusiones de esta situación que nos ha tocado vivir, para utilizarlas en el futuro y también en el presente.

La primera, y más importante, es que el peligro de contagio continúa, por lo que no es de recibo ver cómo mucha gente no utiliza las mascarillas ni la distancia de seguridad, tanto por la calle, como sobre todo en las terrazas de los bares, donde parece que por sentarse ya se adquiere inmunidad. Seamos responsables y evitemos en lo posible cualquier rebrote, porque sería nefasto, tanto en el aspecto sanitario, como económico.

Esta situación nos ha permitido ver las carencias de los servicios sanitarios y las residencias, entre otros. Muchos se darán cuenta ahora que cuando el personal sanitario se manifestaba en demanda de mejoras de recursos, no era por capricho, sino por necesidad, por lo que cuando lo vuelvan a hacer, que lo harán, tenemos que estar con ellos, ya que está en juego nuestra salud. Y lo de las residencias de mayores no tiene nombre, sobre todo la actuación en algunas autonomías, no en la valenciana, donde se decidía a quién se ingresaba y a quién no. Desde UGT, exigimos su solución urgentemente, por la posibilidad de un rebrote, ante el cual, la provincia de Castelló sería de las mas sensibles.

Uno de los aspectos positivos, pocos, de esta pandemia, ha sido la ola de solidaridad que se ha generado con los servicios esenciales y los sectores mas desfavorecidos con las consecuencias que todos conocemos. Afortunadamente, la gestión de esta crisis, se está realizando de otra forma, negociando con los agentes sociales las medidas necesarias para que no sea siempre el trabajador el mas perjudicado, para que el autónomo tenga alguna prestación y aplazamiento y exención de impuestos, para que las pymes tengan la liquidez suficiente para sobrevivir a esta situación, y los ERTES para que las empresas puedan mantener en nivel de empleo sin coste, y el trabajador sin que le cuente el periodo que permanezca en desempleo.

DESDE UGT, estamos planteando el alargamiento de los ERTES hasta diciembre, ya que entendemos la necesidad de seguir utilizándolos hasta llegar a una situación de normalidad. La CEOE se suma a esta petición, por lo que queda claro, que con negociación, se puede conseguir todo. Que se lo apunten cara a la derogación de la Reforma Laboral.

Por todo lo anterior, desde UGT tenemos claro que es necesario construir un nuevo modelo en el que lo social, la reestructuración de nuestro débil sistema productivo, la apuesta por la innovación, la tecnología y la industria, la economía verde, la lucha contra el cambio climático y el empleo digno tiene que ser prioritarios.

*Secretario Territorial Intercomarcal de UGT Comarques del Nord