En una cuenta de WhatsApp propia de una organización del PSPV-PSOE de la provincia de Castellón, me refiero a esas que se utilizan para hablar e informar de toda clase de circunstancias; alguien, una afiliada, en referencia a la noticia de que cabe la posibilidad de que en el próximo congreso provincial de Castellón del PSPV-PSOE se presenten cuatro candidatos a la secretaría general, advertía sin maldad de lo divertidos que íbamos a estar.

La cuestión es que, esa posibilidad de cuatro, no es ni buena ni mala, es lo que puede haber. En todo caso, señala que la nueva realidad económica, política, social, etc., es tan compleja y está tan poco estudiada que posibilita visiones plurales en su análisis y en sus soluciones. Al tiempo, también denota la existencia de un PSPV-PSOE que se está adaptando a las exigencias democráticas de más participación e innovación política y organizativa. Además, el problema, lo no adecuado si cabe, sería tener un partido en el que los afiliados no tuvieran derechos o sufrieran oligarquías e hiperliderazgos que asfixiaran la participación y acabaran restándole dinamismo y credibilidad.

En todo caso, y todo esto es una opinión, hay que ir con cuidado, con un par de detalles: que la pluralidad no se transforme en una confrontación permanente que en última instancia bloquee o deje como algo residual o estéril la acción política del partido. Y también que, durante y después del proceso congresual, perdure como base imprescindible, la existencia de una voluntad integradora que posibilite la cohesión y el liderazgo social del partido.

Estoy convencido de que adaptarse a las nuevas exigencias democráticas de más participación e innovación política y organizativa es imprescindible para un partido de izquierdas que representa al sector social que más necesita de organizaciones democráticas fortalecidas, dinámicas y actualizadas.

*Experto en extranjería