Son las cinco de la tarde cuando cierro esta columna semanal. Hoy lo hago después de tomar una de las decisiones más difíciles que solo está en manos de quien gobierna: suspender las clases y cerrar los edificios públicos a la espera de los efectos de la gota fría anunciada. Las previsiones vaticinan los peores pronósticos derivados de la alerta roja y la determinación de la Policía Local y el equipo de gobierno pasa por anteponer la seguridad aún a riesgo de que finalmente no se cumplan los pronósticos.

Mientras comienza a llover en Almassora, los agentes y la brigada municipal siguen en las calles poniendo vallas y conos, trasladando un mensaje de responsabilidad a transeúntes y conductores después de haber tomado las medidas que recomienda el dispositivo contra inundaciones. Señalización, prevención, cierre de zonas inundables, comunicación… los medios a nuestro alcance se coordinaron ayer para que los efectos de la gota fría, aunque inevitables, fueran lo menos molestos para nuestro municipio.

Ello obliga a movilizar a un gran dispositivo de trabajadores que estuvieron en alerta durante toda la tarde, la madrugada y mañana --hoy para quienes me leen-- , incluidos el servicio de transporte y algunos tan delicados por los usuarios a los que se dirigen como la Unidad de Respiro para Familiares de Enfermos de alzheimer o el Centro de Día de la Residencia de la Tercera Edad. La comunicación ha sido una de las claves de este operativo que no será perfecto pero ha trabajado sin descanso y ha hecho todo lo posible para minimizar el impacto de unas lluvias que podrían ser devastadoras según las previsiones.

Las advertencias desde los centros de coordinación de emergencias y los dispositivos organizados desde las entidades supramunicipales también han sido vitales para ayudarnos a los ayuntamientos a tomar decisiones que generan numerosas molestias a familias y usuarios de las diferentes dependencias y que tienen como único objetivo preservar la seguridad de todos. Ojalá este temporal quede pronto reducido a una anécdota y nos ayude a aprender de los errores, que siempre serán más de los que desearíamos.

*Alcaldesa de Almassora