El sector de la hostelería es imprescindible para Castellón, porque el turismo y el sector servicios es uno de nuestros pilares económicos. Por eso es inexplicable la lentitud que demuestra el equipo de gobierno del Ayuntamiento ante la grave situación que atraviesa.

Ante la próxima desescalada, ni una medida. Bares, cafeterías y restaurantes de la capital necesitan una muleta en la que apoyarse para superar esta dramática situación, causada por una crisis tan grave e inesperada como mal gestionada. De ese apoyo, hasta ahora inexistente, depende la supervivencia de cientos de negocios y, con ellos, de miles de puestos de trabajo en una ciudad con 16.347 parados ya.

Reclamamos al Ayuntamiento la suspensión de las tasas de sillas y mesas por ocupación de vía pública, y la bajada de tasas e impuestos municipales, caso del IBI, la basura, el ICIO… Lo único que se ha hecho ha sido aplazar, que no suspender, el pago de unas cargas tributarias que llegarán a final de año como una pesada mochila imposible de asumir.

También pedimos que pague y reparta mascarillas para los vecinos y tests para que se puedan detectar y aislar a las personas asintomáticas portadoras del virus, la única forma de proteger la salud de todos y devolver la confianza a los clientes. Lo han hecho otros municipios, no entendemos a qué espera Castellón.

Así lo trasladamos a la Asociación de Hostelería de Castellón (Ashocas), los que más conocen el sector y que están sufriendo las consecuencias del covid-19 en primera persona. Sus reclamaciones son las nuestras ante un Ayuntamiento que hace oídos sordos a propuestas y peticiones. Promesas y palabras no son hechos.

*Portavoz del PP en el Ayuntamiento de Castellón