El informe policial sobre la guerra sucia contra el proceso soberanista en Cataluña desvanece lo que hasta ahora algunos calificaban de meras sospechas de que, bajo el Gobierno del PP, se han organizado desde el Ministerio de Interior operaciones ilegítimas contra el proceso soberanista catalán. En el documento, firmado por un exjefe policial de Asuntos Internos, se señala que el controvertido comisario José Manuel Villarejo contaba entre sus competencias profesionales la de encargarse del “proceso independentista catalán”, lo que viene a confirmar la reciente confesión del propio superagente sobre la existencia de la operación Cataluña para intentar desacreditar a políticos catalanes relacionados con el independentismo. El dosier policial, que pone al descubierto la magnitud de la guerra sucia que se libra en las cloacas de algunos aparatos del Estado, salpica otra vez de lleno al ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz.

En cualquier Estado de derecho que se precie, un ministro con tantas presuntas anomalías democráticas acumuladas no podría seguir ocupando un cargo público. El descrédito político le empujaría a dar un paso atrás. Y si no, debería ser invitado a tomar esa decisión por su inmediato superior político.